La instalación de una fábrica de Coca-Cola termina con uno de los grandes mitos del, pasado de Albania
Salí Berisha, presidente de Albania, y Neville Isdell, vicepresidente de Coca-Cola, inauguraron el pasado jueves la primera planta embotelladora de esta firma en Albania. No se trata sólo de la inversión más importante hecha por una empresa extranjera en la Albania poscomunista, sino del derrumbamiento de uno de los grandes mitos del pasado. Cinco o seis años atrás, un artículo publicado en el periódico Zeri i Rinise (La Voz de la Juventud), de la juventud comunista de Albania, explicaba en los siguientes términos los maléficos efectos de la bebida estadounidense: "Miles y miles de jóvenes norteamericanos moribundos se encuentran al pie de la estatua de la Libertad. Están confusos y casi acabados. Lo mismo ocurre más o menos también en otras grandes ciudades de Europa occidental... Es el efecto tremendo de las drogas fuertes, entre las cuales ocupa un lugar primordial la mal famosa Coca-Cola".Hasta hace tres o cuatro años, cuando la actuación de miles y miles de albaneses rompió el aislamiento de su país, eran muy pocos los nativos que conocían realmente lo que era la Coca-Cola. El famoso refresco, símbolo de la sociedad de consumo, tomaba interpretaciones fastasmagóricas en la mente de los albaneses. El triunfo de la democracia y las apetencias de una sociedad de consumo a la- occidental supusieron también en este terreno un cambio radical de mentalidad. En menos de tres años, la Coca-Cola se ha convertido en la bebida preferida de los albaneses, especialmente de la juventud.
Desde el pasado jueves, tal "droga fuerte" se puede consumir normalmente en este país de algo más de tres millones y medio- de habitantes bajo la denominación de Coca-Cola made in Albania, gracias a la inauguración de la primera planta de producción en las afueras de la capital, Tirana. Ocasión tan excepcional merecía contar con la presencia y la intervención del presidente de la nación en persona. "Desde hoy", declaró Berisha, "Albania entra también en el imperio de la Coca-Cola, que no es una droga fuerte, sino un refresco agradable, como lo sabe ya todo albanés"-
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