Medidas urgentes

Médicos, enfermeras y personal sanitario en general del hospital Ramón y Cajal claman hace días por que una intervención contundente de la Administración acabe con los problemas de un servicio que han afectado seriamente a la imagen asistencial del centro. Nadie da nombres, pero todos hablan de enfrentamientos personales.Una nota de la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular emitida ayer se refiere a esta circunstancia: " Quien, de manera indiscriminada y sirviendo intereses personales, facilita determinados datos para su difusión puede estar incurriendo en delito al utilizar información confidencial, como es la contenida en la historia clínica de los enfermos". Este organismo indica que "las noticias de este tipo, por su repercusión social deben ser cuidadosamente contrastadas para evitar introducir peligrosos elementos de confusión". Y cita un ejemplo: "Es imposible que un solo cirujano, sin ayudantes, pueda llevar a cabo una intervención de circulación extracorpórea".

En otro comunicado, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), afirma que el servicio en conflicto "desde su creación arrastra graves problemas organizativos y de funcionalidad" sin que hasta ahora "se haya conseguido su adecuación". La FADSP también alude a "enfrentamientos internos", en el origen de la filtración de las denuncias a los medios de difusión, aunque considera que éstas deben ser investigadas. La FADSP pide una comisión independiente que depure la realidad de las denuncias y las responsabilidades: "Debe efectuarse una profunda reorganización del citado servicio para asegurar su correcto funcionamiento".

Los médicos de la junta técnico-asistencial del hospital han solicitado igualmente, y con carácter de urgencia, "que se investiguen las denuncias formuladas que sean acompañadas por la documentación pertinente". Esta junta lamentó no haber recibido documentos justificativos de las irregularidades que les fueron denunciadas.