Los periodistas económicos debaten el protagonismo político de los medios

Políticos y periodistas han perdido los papeles. Así lo cree el director de publicaciones del grupo PRISA, Joaquín Estefanía, quien preconiza para los medios de comunicación el papel de "testigos y analistas" de lo que sucede, sin transformarse en parte activa de un conflicto político. Estas consideraciones se produjeron durante el tercer congreso de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), celebrado ayer en tomo a "las reglas del juego" de la información.

Como ejemplo extremo de su argumento, Estefanía aludió a la llegada del empresario de televisión. Silvio Berlusconi al Gobierno de Italia. En este contexto mencionó a intelectuales que valoran lo sucedido como "el primer golpe de Estado" de los medios de comunicación.En cuanto al tema de este congreso, Estefanía se preguntó cómo puede haber empresas de comunicación que celebran juntas generales a puerta cerrada y ponen trabas para conocer quiénes son sus propietarios.

Tanto el director de publicaciones de PRISA como el vicepresidente del grupo Zeta, José Luis Erviti, defendieron la participación de los bancos en los medios de comunicación. El primero condiciono esas inversiones a que se hagan por "criterios de rentabilidad", mientras Erviti lo justificó en razón de la insuficiencia de recursos generados por las empresas de comunicación para enfrentarse a la competencia extranjera.

En relación con este asunto, el secretario general del portavoz del Gobierno, Miguel Gil, apuntó la conveniencia de contar en España con dos o tres grupos de comunicación de dimensiones suficientes como para competir no sólo, en el marco de la Unión Europea, sino en el interior de nuestras propias fronteras, todo ello compatible -dijo con la pluralidad. Asimismo aprovechó la reunión para anunciar que "en las próximas semanas" abordará el Gobierno la aprobación del nuevo Código Penal, por el cual se suprime la .cárcel para delitos de opinión.

A vueltas con Banesto

Por su parte, José García Abad, presidente del grupo Nuevo Lunes, puso en duda la voluntad del Banco Santander de desprenderse de las participaciones de Banesto en los medios de comunicación. Lo cual motivó una aclaración del vicepresidente de Zeta, en el sentido de que el encargo realizado al Bankers Trust para que gestione esa venta "se está haciendo sin duda alguna".Miguel Larrea, director de publicaciones del grupo Correo, destacó que este último se ha dotado de un código que exige una separación entre información y publicidad. A este respecto, Antonio San José, de Radio Nacional de España, recordó que en las emisoras comerciales no es infrecuente "la autogestión de publicidad" por parte de algunos comunicadores. "No quiero denunciar nada, sino apuntarlo".

También en relación con "las reglas del juego", el consejero editor del grupo Recoletos, José María García Hoz, mostró su sorpresa por la manipulación de tiradas y audiencias. "Ha de haber un Estudio General de Medios válido para el sector", dijo. "Inventarse otro no tiene sentido".

Una pequeña gresca se produjo en torno al periodismo de investigación. Jorge Sevilla, jefe del gabinete del ministro de Economía, -aseguró que los casos Rubio y Roldán "no han surgido como consecuencia de investigaciones periodísticas, sino por filtraciones a los medios". Y negó seriedad al argumento de que el Gobierno es incapaz de encontrar al ex director de la Guardia Civil cuando un periódico sí lo ha hecho, porque las declaraciones de aquél se produjeron por iniciativa del entrevistado.

Estas aseveraciones fueron replicadás por Pedro García Cuartango, redactor jefe de El Mundo, quien aseguró que de trás de los casos Ibercorp y Roldán sí ha habido investigación periodística. "Es cierto que todo se origina en que alguien pasa papeles", explicó, "pero los periodistas tienen que con trastar los datos y jugársela". Xavier Vidal-Folch, director adjunto de EL PAíS, abundó en la idea de que un gobierno de fiscales o de periodistas sería "una catástrofe". Y sugirió una reflexión respecto al hecho de que en las tres crisis económicas más importantes de los últimos tiempos las del grupo Torras/KIO, Banesto y Seat- la prensa sólo se anticipó en la primera de ellas.