Incoherencias americanas

¿Tiene Estados Un¡ dos una política sobre Bosnia? Tras la reunión de Ginebra el viernes 13 de mayo parece que no. Una vez más, los americanos han suscrito con segundas intenciones y contradicciones no dilucidadas el acercamiento defendido por los europeos en esta crisis.Nunca, sin duda, desde la Segunda Guerra Mundial, Europa ha requerido hasta tal punto a Estados Unidos. Nunca, tampoco, habría deplorado su falta de compromiso firme y sus incoherencias. Tras la fachada de consenso que se desprendió de Ginebra subsisten dos acercamientos diferentes a la crisis bosnia que oponen el moralismo americano al realismo francés. Es inaceptable para el primero imponer a los musulmanes bosnios, víctimas de la guerra, un arreglo que no le convenga. Lo principal, para el segundo, es detener la guerra, incluso si no puede haber una solución que haga justicia a las víctimas. (...) Sin una clara determinación de EE UU, la postura realista, ya frágil (...), se hunde: está claro, por lo que se ve sobre el terreno, que los beligerantes no optarán por una verdadera paz si no sienten que la comunidad internacional está preparada para imponerse. (...)

Los europeos no lo hicieron mejor que EE UU al iniciarse el conflicto en la antigua Yugoslavia. Los unos y los otros pagan desde entonces por esos errores iniciales. (...) El episodio de Ginebra, en este sentido, no bastará para trastocar el curso de las cosas.

16 de mayo