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Georgia y Abjana firman la paz en Moscu de dos años de conflicto armado

Georgia y Abjazla han firmado la paz y acordado crear un corredor en la zona del río Inguri, frontera entre ambas repúblicas, donde se emplazaránlos soldados de interposición de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). El acuerdo, formalizado durante el fin de semana en Moscú, significa la independencia defacto de Abjazia.

Lasi fuerzas georgianas y las abjazas deberán retirarse a 12 kilómetros del Inguri, formando así una zona tapón de 24 kilómetros en la que entrarán las fuerzas pacificadoras. Según el represen tante abjaz0', Andréi Dzhergueniya, "las fuerzas de interposición seguramente serán soldados rusos" en número de 2.500 a 3.0130. Éstos habrán terminado de instalarse en la zona a finales de mayo. Entre esos efectivos se encontrarán las unidades rusas emplazadas desde los tiempo soviéticos en Abjazia, dijo aye Dzbergueniya.La república autónoma de Abjazia es prácticamente independiente desde el otoño del año pasado cuando expulsó a las tropas georgianas de Sujumi, la capital, y después del resto de su territorio, poniendo así fin a un conflicto armado que se prolongaba desde 1992. En agosto de ese año, soldados georgianos bajo el mando del entonces ministro de Defensa, Tenguiz Kitovani, entraron en Sujumi y tomaron el control de la ciudad.

Los abjazos organizaron la resistencia desde la ciudad. de Gudaúta, feudo del líder VIadislav Prdzinba, y apoyados por los pueblos del Cáucaso del Norte infligieron derrota tras derrota a los georgianos. En septiembre pasado, el presidente georgiano, Eduard Shevardnadze, dirigió personalmente la infructuosa defensa de Sujumi.

Abjazia no es la única zona que el régimen de Tbilisi no controla. Tampoco tiene poder sobre Osetia del Sur, una provincia autónoma que estuvo en guerra desde que Georgia se declaró independiente y donde hoy la situación está paralizada gracias a las tropas pacificadoras que separan a las partes en conflicto.

Shevardnadze hasta hace poco no controlaba Georgia Occidental, la patria del derrocado presidente Zviad Ganisajurdia. Ganisajurdia mismo regresó de su destierro en Chechenia a esta zona en otoño pasado, después de que los abjazos derrotaran a las fuerzas gubernamentales, y lanzó una ofensiva que hizo tambalearse al régimen de TbÍlisi. Sólo las tropas rusas que desembarcaron en el puerto de Poti salvaron a Shevardnadze. Su situación ha mejorado este año, después de la muerte de Ganisajurdia, quien, según su esposa, se suicidó en la noche del 31 de diciembre del año pasado.

Ayer precisamente unos 1.000 seguidores del fallecido presidente se manifestaron en Tbilisi para exigir la dimisión de Shevardnadze.

La situación económica en Georgia es desastrosa. La industria está paralizada, la moneda ha caído catastróficamente y la inflación es galopante. La única posibilidad de superar la crisis es terminar de una vez con las guerras que desangran el país. Sin embargo, la oposición parlamentaria en Georgia se niega a apoyar el acuerdo de paz argumentando que atenta contra la integridad territorial del país.

Georgia, además, vive desgarrada por la violencia interna. Ayer se produjo un nuevo acto de terrorismo en Tbilisi, cuando en medio de una función infantil hizo explosión una bomba en el Teatro Armenio. Por lo menos quince personas resultaron heridas y un niño murió.

Obra de "desconocidos"

La explosión se debió a un aten tado perpetrado por "desconocidos", según el Ministerio georgiano del Interior. La agencia In terfax precisó que el artefacto fue colocado detrás de la última fila del teatro.

El presidente Shevardnadze se desplazó personalmente al lugar del atentado, desde donde se dirigió después al aeropuerto para recibir al presidente del Parlamento de Turquía.

La evacuación de las víctimas del atentado fue especialmente dificil, ya que en Tbilisi sólo funcionan desde hace quince días dos ambulancias del servicio municipal por falta de combustible.

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