La Hacienda francesa denuncia al empresario Tapie por presunto fraude fiscal
El Ministerio del Presupuesto de Francia presentó ayer denuncia contra el político y empresario Bernard Tapie por presunto delito fiscal. Según los técnicos de Hacienda, Tapie registró su yate de recreo como buque mercante y se benefició de desgravaciones ilícitas. De ser condenado, el ex ministro socialista se enfrentaría a una pena mínima de un año de cárcel, más una multa.
Tapie adquirió su yate, el Phocéa, a la viuda de un navegante desaparecido en el mar en 1978. Se trata de un velero de cuatro palos y 74 metros de eslora, con más de 20 camarotes. Inexplicablemente, el empresario marsellés logró registrarlo como buque mercante y ahorrarse una cantidad aún no determinada en impuestos sobre la adquisición y el carburante. El Phócea es gestionado y mantenido por una de las sociedades de Tapie, llamada Bernard Colas Tahiti, con 14 empleados en plantilla, y ha sido objeto de varios intentos infructuosos de embargo por parte de los acreedores del empresario.
El cerco en torno a Tapie es cada vez más estrecho. Su club de fútbol, el Olympique de Marsella, actual campeón de Europa, ha sido relegado a la Segunda División y el propio Tapie ha sido condenado a la inhabilitación permanente por intentar comprar un partido. La situación de su grupo empresarial, incluida la entidad futbolística, es cuando menos confusa y está trufada de sumarios judiciales. Sus deudas, en torno a los 50.000 millones de pesetas, han contribuido a la crisis del banco Crédit Lyonnais.
Inmunidad europea
Y, sin embargo, Tapie sigue adelante, más popular que nunca. Las encuestas parecen asegurarle la alcaldía de Marsella en las elecciones municipales del año próximo; su Movimiento de los Radicales, de Izquierda espera obtener un confortable 10% de los votos en las europeas de junio, y el propio presidente François Mitterrand sigue hablando de él en términos elogiosos.Figura habitual en televisión, admirado por gran parte de la juventud, hábil en el manejo de la demagogia e indiscutiblemente carismático, Tapie es visto incluso como un posible Berlusconi francés.
Tapie confía, sin duda, en que su inminente acta de eurodiputado le conceda un respiro en sus problemas con la justicia. Los parlamentarios europeos tienen una inmunidad casi blindada, y los muchos sumarios en que está envuelto el empresario marsellés quedarán paralizados.
