El Gobierno navarro adjudicó irregularmente la seguridad de la autovía de Leizarán

El Gobierno navarro adjudicó de forma irregular, bajo la dirección del socialista Gabriel Urralburu, la seguridad privada de las obras de la autovía Pamplona-San Sebastián, según los datos de un informe fiscalizador oficial realizado sobre el gasto público en esa obra.Las irregularidades se concretan en la forma de contratar a las empresas, en la facturación de servicios no contratados y en pagar gastos. que, al no existir contratos, no podían ser presupuestados. La vigilancia privada en la autovía de Leizarán comenzó a finales de 1989, tras varios atentados terroristas. El 23 de octubre de ese año, el entonces presidente del Gobierno foral y actual secretario regional socialista, Gabriel Urralburu, autorizó a Antonio Aragón, entonces consejero de Obras Públicas, a realizar cuantos gastos fueran necesarios para asegurar la ejecución de los trabajos. Aragón adjudicó directamente las tareas de seguridad a las empresas Segurisa y Segursa meses antes de que a ambas se les diesen los contratos formales.

Antes de que ambas empresas formalizasen su situación, Segurisa se embolsó 17,1 millones por cinco meses de trabajo, mientras que la otra firma ganó 67,6 millones en la misma situación de irregularidad. Según el informe oficial, Segurisa presentó facturas al departamento de Obras Públicas a precios que no fueron aprobados, incluyendo servicios que, pese a haber sido ofertados al Gobierno, no estaban acordados en ningún contrato.

Entre los 2.542 millones cobrados finalmente por Segurisa y el gasto autorizado por el Gobierno de Urralburu, cifrado en 2.460 millones, existe un desfase no justificado de 82,3 millones.