El primer contingente de la policía palestina cruza el Jordán camino de Jericó
Por primera vez en la historia, palestinos uniformados cruzaron ayer el estrecho puente de Allenby que une Jordania con Cisjordania y entraron en la patria prometida por Yasir Arafat. La autonomía palestina en Jericó está finalmente en marcha tras la discreta llegada del primer contingente de policías palestinos a este apacible oasis donde Arafat proyecta instalarse para conducir a su pueblo hacia un Estado independiente.
Había asombro e incredulidad en los rostros de muchos de los centinelas israelíes apostados en la banda occidental del bíblico río Jordán y cuya misión en los últimos 27 años de ocupación militar de Cisjordania ha sido mantenerse en máxima alerta ante el más mínimo vestigio, pacífico o no, de nacionalismo palestino.La vanguardia de las fuerzas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) llegó por la tarde en tres vehículos todoterreno y una ambulancia con emblemas de la incipiente Fuerza de Seguridad Nacional Palestina. Todos ondeaban flamantes banderas palestinas. En el interior de los coches, ex guerrilleros convertidos en policías sonreían y saludaban a la multitud. Ellos también parecían incrédulos, según testigos que vieron la llegada.
Miles de palestinos esperaron al pequeño convoy a lo largo del breve trayecto hasta el centro de Jericó, que, salvo complicaciones de último momento, quedará en manos de la OLP esta noche. "Ayer Suráfrica, mañana Palestina", rezaba una pintada.
A pesar de meses de animosidad interna, en la atmósfera de euforia en Jericó, todos parecían dispuestos a dar la vida por el controvertido líder palestino. "Ya no hay diferencias. Estamos felices con Arafat", exclamó Abdel Katib, profesor de gimnasia de una escuela local de Jericó que se encaramó ágilmente a una pared para aplaudir la llegada de los policías. A poca distancia, un robusto empresario llamado Galeb Nayi, ondeaba una enorme bandera palestina. "Palestina es como un bebé, un recién nacido que necesita máximo cuidado. Con la ayuda de la comunidad internacional todo saldrá bien y tendremos dentro de poco a nuestro líder en su casa de Jericó", dijo conmovido.
Preparativos finales
La expectativa desvió la atención pública de los exhaustivos Preparativos finales para la llegada del grueso de la fuerza policial de 9.000 hombres y la transferencia formal de poderes en Gaza y Jericó, cuya conclusión está prevista para el próximo miércoles. Muchos de ellos pasarán por Jericó en tránsito hacia la franja por una de las rutas que unirán las dos zonas autónomas, circunvalando, por supuesto, Jerusalén.
A la salida de Jericó, a la vera de la carretera principal, cinco soldados israelíes colocaban entre tanto un enorme letrero en hebreo, árabe e inglés. "Preparar documentos para inspección", rezaba. Era, a todas luces, el anuncio del límite extraoficial de Jericó, cuya extensión territorial aún no ha ido definida a pesar de las gestiones que culminaron con el Acuerdo de El Cairo, logrado la semana pasada.
En Gaza, donde los primeros policías recibieron una apoteósica bienvenida el miércoles, oficiales palestinos tenían ayer Prácticamente bajo su control el sector sur de la franja. "Si ellos están felices, imagínate cómo es tamos nosotros", comentó son riente un soldado israelí que, como la mayor parte de las tropas, se aprestaba a abandonar los campos de refugiados para replegarse en torno a los asentamientos judíos de Gaza. "Este es un sueño", comentó el mayor de la policía palestina Mohammed Yundiyé, poco después de que las tropas israelíes abandonaron dos cuarteles en Rafá.
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