Narcís Serra considera "inconcebible" que se dé crédito a Roldán y advierte que no va a dimitir

Todo es una patraña, fruto de los deseos de venganza de un prófugo de la justicia. Así evaluaban ayer los colaboradores de Narcís Serra la información de El Mundo que implica al vicepresidente del Gobierno en un caso de espionaje a Mario Conde. "En ningún momento he encargado ningún informe, ni ése ni otro, al ex director de la Guardia Civil", sentenció Serra en los pasillos del Congreso. A su juicio, la maniobra del PP es clara: derribar a González tumbándole primero a él. "Pero no se me pasa por la cabeza dimitir", aseveró tras lamentar el crédito que se ha dado a Roldán. "Es inconcebible". Serra añadió que ha pedido al ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, que investigue si existe el informe sobre Mario Conde.

Serra desayunó ayer con dos desagradables sorpresas: la acusación de que encargó a Roldán investigar al entonces presidente de Banesto y las declaraciones de su compañero de partido Francisco Vázquez, guerrista y alcalde de La Coruña, emplazándole a "dar la cara". Pero también tuvo inmediatas muestras de solidaridad: del Gobierno, del PSOE y del propio Jordi Pujol."Como vicepresidente del Gobierno, Serra tiene que dar la cara. La sensación que tenemos todos es que está desaparecido, está jugando a esconderse. Los cargos políticos son para ejercerlos, y mucho más en estos momentos", le espetó Francisco Vázquez en la COPE. El vicepresidente no tardó en hablar. Primero en la SER y luego en los pasillos del Congreso. "Nunca, en ningún momento, he encargado ningún informe, ni el que hoy se cita en la prensa ni ningún otro, al ex director de la Guardia Civil. El único conocimiento que he tenido de este supuesto informe es por la prensa de hoy".

"Sólo me resta decir", enfatizó Serra, "que considero, desde un punto de vista democrático, inconcebible que haya fuerzas políticas que basen su estrategia precisamente en las declaraciones" de un prófugo.

El Mundo sostiene que, según le informó Roldán antes de huir, Serra encargó al ex director de la Guardia Civil espiar las actividades financieras del entonces presidente de Banesto en España y en el extranjero. Roldán encomendó el espionaje a la agencia norteamericana Kroll Associates. El informe acusa a Conde de haberse embolsado 4.500 millones por la venta de Petromed y La Unión y el Fénix y otros 10 millones de dólares por la de Antibióticos. La existencia de este informe y su contenido ya fueron publicados el pasado 24 de enero por el semanario Cambio 16, aunque entonces se atribuía su encargo al financiero Javier de la Rosa.

"En absoluto voy a dimitir; en estas circunstancias voy a trabajar más a fondo que nunca en apoyo al presidente del Gobierno y a todo el Gabinete", añadió Serra al concluir el debate parlamentario sobre la fuga de Roldán. Serra está convencido, dijo, de que el objetivo del Partido Popular es acabar con Felipe González, y de que, como paso previo, la estrategia de José María Aznar pasa por derribarle primero a él. En su opinión, Aznar comete "un ejercicio de irresponsabilidad política" al atacar al Gobierno basándose en "una noticia falsa y en las declaraciones de un prófugo hoy declarado en rebeldía". "Aznar nunca ha aceptado el veredicto de las urnas del 6 de junio", apostilló.

El vicepresidente añadió que se había dirigido por carta al director de El Mundo para desmentir la información y lamentar que no se hubieran puesto en contacto con él para contrastar la. información antes de publicarla.. Sin embargo, si por la mañana había mostrado su disposición a comparecer en la comisión Roldán, -"el primer interesado soy yo"-, tras el debate se amparé en la votación de la semana pasada para descartar su comparecencia. "La mayoría de los grupos dijo en alusión al PSOE, CiU y PNV, "no lo estiman conveniente".

El apoyo de CiU no ha variado. Frente a las dudas del diputado independiente Ventura Pérez Mariño -"si todo esto fuera cierto, muy probablemente yo abandonaría el Grupo Socialista"-, Jordi Pujol reafirmó ayer su respaldo al Gobierno de González. "Sólo cambiaría de opinión", dijo, "si surgiera un caso demoledor y con base fundada".