Polanco elogia la investigación periodística que no se deja instrumentalizar por las fuentes

El presidente del Grupo PRISA, Jesús de Polanco, elogió ayer la labor de investigación periodística "que es fruto del trabajo de los periodistas y no sólo instrumento desus fuentes". Polanco hizo esta consideración durante el acto de entrega de los premios Ortega y Gasset, en su undécima edición, al equipo de investigación de La Nueva España, de Oviedo, por su trabajo entorno al caso conocido con el nombre del petro-mocho, y a Ricky Dávila, por su serie de fotografías sobre los niños que resultaron afectados por el accidente de la central de Chernóbil.

En esta ocasión, los premios fueron entregados al equipo de investigación de La Nueva España, representado por sus subdirectores; Alberto Menéndez y Evelio Palacio; así como al fotógrafo independiente Ricky Dávila. El acto de entrega, al que asistieron varios centenares de personas, fue presidido por el presidente de honor de PRISA, José Ortega Spottomo, a quien acompañaban Jesús de Polanco, presidente de PRISA; Juan Luis Cebrián, consejero delegado; y Joaquín Estefanía, director de publicaciones.Jesús de Polanco destacó la coincidencia de esta entrega de premios con "una situación particularmente delicada, en la que los medios de información están jugando un papel primordial". Tiempos en que "la frontera entre lo ideológicamente correcto y lo inapropiado es extraordinariamente fina y permeable".

A veces los medios cruzan esa frontera, voluntaria o involuntariamente. Ocurre entonces que "los medios ceden a la, tentación de creerse hacedores y deshacedores de la vida pública, y en ocasiones hasta sustitutos de las tribunas y mecanismos previstos por el propio sistema demogrático", añadió Polanco.

"Pero, también, los medios de información sirven de acicate para que se emprenda una acción pública que de otra forma no se hubiera abordado. De modo que el ejercicio de vigilancia y denuncia refuerza la credibilidad de la prensa. Ésta está cumpliendo hoy día con un gran servicio a nuestro país, y debemos felicitarnos por ello".

Polanco recordó la lección extraordinaria pronunciada por el escritor Gabriel García Márquez en la Escuela de periodismo de EL PAÍS-Universidad Autónoma, en la que dijo que la investigación periodística le parecía el supremo género de esta profesión. Su primera novela, escrita como folletón en 14 días relatando sin comentarios los 14 días de naufragio de un marinero colombiano, "no era otra cosa que la investigación de un drama humano, verdadero reportaje cuya fuerza estaba en la exposición y nunca en la adjetivación de la noticia", destacó el presidente de PRISA.,

El fin y los medios

Aunque el jurado se reunió antes de conocer dicha lección de García Márquez, Polanco dice que los criterios aplicados fueron los mismos. De ahí surgieron los premios para La Nueva España, por un trabajo cuyas consecuencias sociales y políticas fueron inmediatamente perceptibles, y un reportaje fotografiado de Ricky Dávila cuya trágica ternura no necesitaba de palabras. "En los autores de estos trabajos queremos premiar al periodismo bien hecho, a la búsqueda honesta de la verdad al margen de las presiones del poder, y a la investigación que es fruto del trabajo de los periodistas y no sólo instrumento de sus fuentes".

Polanco agregó: "En su labor profiláctica de la convivencia social, la prensa a veces comete errores de procedimiento que no deben ser, disculpados por los beneficios que aporta a la sociedad su comportamiento erróneo. El fin nunca justifica los medios. Cuando medios y fines concuerdan en la denuncia de los abusos de los poderosos y en la defensa de los ciudadanos,, podemos y debemos sentirnos orgullosos de nuestros periódicos. Ése es el caso que hoy premiamos".

En nombre del equipo de La Nueva España, uno de sus subdirectores agradeció la concesión de "este prestigioso premio, que reconoce el valor de un periodismo de servicio a la sociedad para que pueda ser más justa, libre y solidaria". Por su parte, Ricky Dávila des tacó el impulso de un galardón como éste para el periodismo gráfico, y agregó que sus foto grafias habrán cumplido su tarea "si han servido para atraer la atención de la sociedad".

Los premiados

El trabajo de La Nueva España, de Oviedo, consistió en informar de un hecho delictivo, la estafa conocida en el principado de Asturias como el petromocho. En el curso de la investigación se descubrió la falacia de una supuesta inversión de 366.000 millones de pesetas para construir una planta petroquímica en Asturias, atribuida falsamente al Saudí International Bank. Estas informaciones influyeron poderosamente en la conclusión inevitable del asunto: la dimisión del presidente del Principado de Asturias.

En el apartado gráfico, el jurado se inclinó por el fotógrafo independiente Ricky Dávila por la serie conocida, como Los herederos de Chernóbil, publicada en España por EL PAÍS e internacionalmente por varios medios europeos y americanos. Las fotos reflejaban la estancia en Cuba de algunos de los niños afectados por las radiaciones del accidente en la central nuclear de Chernóbil.

En esta edición de los premios Ortega y Gasset ha habido, asimismo, menciones especiales para la chilena Mónica González Mújica, editora general del diario La Nación, de Santiago de Chile, y al periodista Hernández López Echagüe, del periódico Página 12, de Buenos Aires.