La trama empresarial de la compra de Sistemas AF
Manuel de la Concha aseguré a los dos fiscales especiales del caso Rubio que el ex gobernador del Banco de España "no tenía nada que ver con Traya" [empresa a través de la cual se adquirió Sistemas AF para obtener elevadas plusvalías mediante su salida a bolsa]. La contabilidad interna de la cuenta especial que Mariano Rubio mantuvo en el despacho de agente de cambio y bolsa de Manuel de la Concha muestra, en cambio, un apunte de salida de dinero (19 millones) hacia esa sociedad y dos entradas que equivalen una a las plusvalías obtenidas (115 millones) y la segunda (19) al regreso del dinero que había salido. Los socios que participaron junto a De la Concha en toda la operación aseguran que nunca tuvieron conocimiento de que Mariano Rubio estuviera en ella.
La operación de compra de Sistemas AF se hizo a fines de 1986 a través de una sociedad -Traya S. A.-, controlada por De la Concha y presidida hasta una semana antes por un cuñado de Rubio, André Laurent Atthalin. Esta sociedad era un puro instrumento para formalizar toda la operación: Traya no tenía fondos propios para la operación y prácticamente no era operativa. Pero los vendedores de Sistemas AF, el Banco Urquijo Unión, no dudaron en negociar con ella el pago en metálico de 244 millones y un compromiso por otros 1.400 millones a desembolsar a medida que las acciones estuviesen en bolsa.
La pregunta es, por tanto, de dónde salen los 244 millones que Traya no tiene. Oficialmente se los prestan tres sociedades: PC Slave, Scipio y Western Hydrocarbons Española S.A.
La primera, propiedad de Jaime Soto -hasta un año antes de la operación presidente del Banco Urquijo Unión y luego presidente del Banco Ibercorp-, aporta la mitad de los 24.4,millones. Scipio, una sociedad patrimonial propiedad de Juan Antonio Ruiz de Alda -entonces subgobernador del Banco de España-, pone 48 millones de pesetas. La tercera sociedad, controlada por De la Concha y con cuatro millones de capital, pone los 74 millones restantes. "De la Concha me dijo que en la operación de compra de Sistemas AF había entrado Ruiz de Alda después de preguntárselo varias veces", afirma ahora Jaime Soto, quien añade que nunca supo si Mariano Rubio participó en ella.
"La operación", recuerda Soto, "se hizo a través de Traya porque así lo propuso Manuel de la Concha, que tenía una infraestructura mayor que la que yo podía aportar". "Pero de forma casi inmediata cada una de las tres sociedades que prestaron el dinero para hacer el pago en metálico al Urquijo Unión asumieron las acciones de Sistemas AF que les correspondían y la parte correspondiente a la obligación de pago de la cantidad pendiente, los 1.400 millones de pesetas".
"El traspaso de las acciones de Traya a las otras sociedades se hizo al precio de adquisición, por lo que Traya no se apuntó las plusvalías posteriores", recuerda Jaime Soto. "Fueron nuestras sociedades las que, una vez pagados los 1.400 millones que se debían al vendedor, debieron asumir esas ganancias".
Y los rastros oficiales, a reserva de los apuntes contables que aparecen en la cuenta especial de Mariano Rubio en el despacho del ex agente de cambio y bolsa, se pierden ahí.
El entramado de sociedades instrumentales utilizadas para la compra de Sistemas AF al Banco Urquijo Unión parece excesivo incluso a quienes participaron en ella.
Unas de las principales sociedades instrumentales es Traya, presidida por el cuñado de Mariano Rubio y cuyo accionista único es otra empresa denominada Amaral. A Traya, Western Hydrocarbons le presta 74 millones de pesetas para que compre Sistemas AF. Western Hydrocarbons, también presidida por el cuñado de Rubio, estaba participada en un 60% por Amaral en el momento de su. formación. En 1992, y cuando ya se llama Afinbur, el capital social está repartido en un 75% a nombre de Ficon y el 25% restante depende directamente de Manuel de la Concha.
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