Garzón renuncia tras fracasar su envite a Belloch

Baltasar Garzón, secretario de Estado del Plan Nacional sobre Drogas y hasta ahora número dos de Interior, presentó ayer su dimisión. Apenas una hora antes, el nuevo titular de Justicia e Interior ya había deslizado esta posibilidad al señalar que "única y exclusivamente" le había pedido que continuara en su puesto, y añadió: "En cualquier caso, si presenta la dimisión, se la aceptaré". El ex juez fue número dos, tras Felipe González, en las listas del PSOE por Madrid en las últimas elecciones. El desenlace se produjo después de que Garzón echara un pulso al ministro: o le nombraba viceministro de Interior o nada. Belloch no le dejó alternativa. Previamente, Garzón se había postulado para suceder a Antoni Asunción como ministro del Interior.

Belloch, tras tomar posesión ante el vicepresidente del Gobierno, Narcis Serra, y varios ministros, anunció que nombrará a dos viceministros -uno de Justicia y otro de Interior- manteniendo las Secretarías de Estado de Asuntos Penitenciarios y del Plan Nacional sobre Drogas."He ofrecido al señor Garzón que siga en su puesto. No le he ofrecido la Secretaría de Estado de Interior, sino única y exclusivamente que continúe en la secretaría actual. Él me ha pedido un periodo de reflexión. Lo que ocurre es que ese periodo tiene que ser forzosamente corto porque hay que planificar los trabajos y no estamos en condiciones de que eso se dilate. En cualquier caso, he de decir que si presenta la dimisión se la aceptaré".

El nuevo ministro, que montará su despacho en el palacio de Parcent, en la calle de San Bernardo, dijo que no se ha planteado prescindir de los directores de la Policía, Carlos Conde-Duque, y de la Guardia Civil, Ferrán Cardenal, por sus responsabilidades políticas en la fuga de Luis Roldán. "Mis prioridades son cerrar las cuatro Secretarías de Estado que constituyen el nervio del conjunto de este nuevo ministerio explicó. Sin embargo, fuentes del departamento consideran "muy probable" el inmediato relevo de Conde-Duque, mientras que el de Cardenal no está decidido aún.

Belloch tiene prisa por formar su equipo, que diseñará este fin de semana con sus colaboradores. Reveló que ya hay una persona a la que ha ofrecido uno de los nuevos cargos -"lo que hace falta es que me lo acepte"- y que "hay otra que se teme" que también sea llamado por el superministro, según anticipó éste con cierta jocosidad. "Les voy a pedir que se decidan pronto", afirmó, sin revelar sus nombres.

Margarita Robles, actual subsecretaria de Justicia, será ascendida probablemente a viceministra, es decir, a la Secretaría de Estado de Interior, mientras que para Justicia se baraja el nombre de María Teresa Fernández de la Vega, actual vocal del Consejo General del Poder Judicial.

Los candidatos al puesto de subsecretario del superministerio son Fernando Escribano, director de Relaciones con la Administración de Justicia, y Femando Puig de la Bellacasa, hasta ahora subsecretario de Interior.

El titular de Justicia e Interior volvió a insistir que su prioridad es cubrir las Secretarías de Estado para evitar responder a una pregunta acerca de si mantendrá en su puesto al jefe del Gabinete de Información (antiterrorista), el comisario Manuel Ballesteros, recientemente condenado por prevaricación en relación con el atentado del bar Hendayais.

Pese a estas afirmaciones, fuentes de Interior indican que ya hay constancia de que el lunes serán relevados varios funcionarios "de segundo nivel". La sensación es que se producirá "una desbandada general".

Belloch aceptó que "hay una gran confusión" sobre las investigaciones para depurar las responsabilidades por la fuga del ex director de la Guardia Civil, Luis Roldán. "En esta casa, lo que se investigará es si ha habido negligencias que puedan ser encuadradas en infracciones administrativas. Si surgiera algún elemento que superara ese nivel, actuaríamos en consecuencia. En los tribunales se deben investigar los delitos y en las comisiones parlamentarias, las responsabilidades políticas".

El ministro reconoció que hace 10 o 12 años era contrario a la fusión de las carteras de Interior y Justicia, mientras que el PP sostenía lo contrario. "Cambiar de opinión nunca me ha parecido un problema", señaló. Y añadió que es "muy conveniente" esta unificación porque es coherente con la línea del Gobierno de transferir competencias al Consejo General del Poder Judicial, con el traspaso de medios de Justicia a las comunidades autónomas y con el Tratado de Maastricht en la cooperación en materias de Justicia e Interior.

Belloch abundó en las razones de la unificación ministerial: "Hay necesidad de concentrar todos los instrumentos que tiene el poder Ejecutivo para conseguir generar confianza y acabar con los elementos que la hacen imposible, es decir, el clima de corrupción y más grave aún, la percepción por una buena parte de los ciudadanos, de la impunidad frente a esas conductas".