Regresa a Alcalá una talla renacentista que anduvo 70 años vagando por el mundo

La talla de la reina Isabel la Católica que ha adquirido la Universidad de Alcalá ha visto mucho mundo desde que, hace 70 años, salió de España junto a otras tres esculturas del siglo XV para ser vendida en Estados Unidos. Incluso ha sido venerada como Virgen a pesar de que en sus manos sostiene un libro abierto. Ahora ocupa un lugar de honor en la sala de exposiciones 1293 de la Universidad de Alcalá, donde estos días se exhiben 67 fotografías sobre la vida y obra de Miguel Delibes.La talla en madera policromada que representa a la reina Isabel II se le atribuye a Gil de Siloé. Se trata de un ejemplo de la transición del gótico al renacimiento. La Universidad de Alcalá la ha comprado, con la colaboración del Banco Central Hispano y otras entidades privadas, para empezar a crear su propio patrimonio, que, según su rector, Manuel Gala, ha de servir como una señal más de identidad. El nuevo patrimonio de la universidad que fundó Cisneros comprende también un ejemplar de la Biblia Políglota Complutense y otro de la Biblia de Amberes.

Para recuperar el antiguo patrimonio, el de la universidad cisneriana, aún se está negociando con la Universidad Complutense de Madrid, adonde fue a parar al cerrarse la de Alcalá, en 1836.

Gala explica el porqué de comprar una imagen de Isabel la Católica argumentando que el cardenal Cisneros fue su confesor. La talla, que era propiedad del conde de las Almenas, salió de España en un lote de cuatro esculturas en 1927 para ser vendidas en Estados Unidos. Dos de ellas acabaron en el Museo Metropolitan de Nueva York, a la tercera se le ha perdido la pista y la ahora alcalaína fue descubierta hace años en una iglesia de la ciudad mexicana de Cuernavaca. Allí la encontró el anticuario estadounidense Edward Lubin, convertida en una Virgen a la que rendían culto.

Gala la vio por primera vez en una feria que reunió en Madrid a los 25 anticuarios más importantes del mundo, hace dos años. Allí estaba a la venta por 60 millones de pesetas. Un precio que el rector alcalaíno asegura que es muy superior al que han pagado por ella, que insiste en no desvelar. Lo que sí asegura es que es el bien mueble más valioso que posee la universidad.

El proceso de compra, que se alargó 10 años, fue un auténtico cortejo en el que la universidad incluso invitó al anticuario para que conociese la futura casa de la reina de madera. "A Lubin le faltaba poco para retirarse, el marco le pareció apropiado y manifestó su deseo de que, incluso con un pequeño sacrificio, la talla volviese a España", dice Gala. La universidad la compró antes de que viajara a Múnich para ser expuesta en otra feria, y Gala asegura que el Ministerio de Cultura también estaba interesado en su adquisición. Aún no se le ha buscado una ubicación definitiva, aunque se baraja la posibilidad de que presida la futura biblioteca cervantina.