Usos españoles

El presidente del Gobierno español, Felipe González, tiene que rendir cuentas de sí mismo y del PSOE de forma convincente esta semana o dimitir. Numerosos escándalos de corrupción han golpeado repetidamente a su partido desde que accedió al poder, en 1982; pero nunca hubo más desfachatez o un Gobierno menos sensible a los dictados de la decencia. (...)España nunca ha sido gobernada sin corrupción. Sin embargo, la magnitud de la deshonestidad bajo el Gobierno actual, aun teniendo en cuenta la relativa inexperiencia del país en métodos democráticos, es impresionante. Once años consecutivos en el poder, con miembros del partido socialista en prácticamente todos los cargos públicos importantes, han engendrado tanto venalidad como aparente desprecio por la responsabilidad política. La oposición conservadora, el PP, se resiente en las elecciones de su asociación con la época franquista. Esta percepción es tan injustificada como inútil: es una carta que los socialistas juegan sin contemplaciones. Sin embargo, González sobrevive gracias, al apoyo parlamentario de los nacionalistas catalanes, de signo conservador. Su líder, el formidable Jordi Pujol, ha prometido mantener su apoyo si el Gobierno se enfrenta a la corrupción de forma eficaz y transparente. Sería una tontería por parte de Felipe González no hacerlo. Sólo un Gobierno responsable tiene derecho a llamarse democrático.

4 de mayo