Lubbers aspira a suceder a Delors

Tras presentar la dimisión de su Gabinete a la reina Beatriz, Ruud Lubbers, el hasta ayer primer ministro holandés, anunció que está dispuesto a concurrir a la sucesión de Jacques Delors como presidente de la Comisión Europea. El ministro de Asuntos Exteriores Pieter Koo¡jmans anunciará próximamente, en nombre del Gobierno holandés, la candidatura de Lubbers a la Comisión. El Consejo Europeo tomará una decisión en Corfú los días 24 y 24 de junio.El democristiano Ruud Lubbers, de 54 años, deja paso libre a un nuevo primer ministro en Holanda tras 12 años de encabezar Gobiernos de coalición -primero con la derecha liberal y luego con la izquierda socialista- y de acreditarse como experto en compromisos.

No ha dejado margen para la improvisación. Hace ya cinco años anunció sus intenciones de limitar su estancia en el despacho de primer ministro. Preparó a un delfín, el también democristiano Elco Brinkinan, de 46 años, un hombre sin carisma.

Lubbers nació en Rotterdam, en una familia de industriales católicos. Se educó en los jesuitas, cuestión que da pie a abundantes comentarios humorísticos de la prensa de su país: los mano a mano con sus homólogos Helmut Kohl y John Major en la difícil componenda de Maastricht, en diciembre de 1991, permitieron hablar del "confesionario Lubbers" como una de las claves de los difíciles acuerdos a que llegaron los primeros ministros. Ahora, al dejar el cargo, él mismo ha declarado, no sin ironía, que se dedicará "a trabajar y a orar".

Es un hombre de formación económica y especialmente monetaria. Ocupó la cartera de Economía con 34 años en un Gobierno encabezado por los socialistas, lo que le sirvió como "vacuna para toda la vida contra el progresismo demagógico". Ha sido Un gobernante intratable en cuestión de gasto público. Los impuestos han subido y las prestaciones sociales han sido recortadas, pero el déficit público ha disminuido y la economía holandesa es, a pesar de la crisis y de las dificultades, una de las más poderosas y sanas de Europa.

Además de economista riguroso es político atípico y componedor, católico en país protestante y liberal en partido democristiano. Su habilidad queda certificada por sus equilibrios para mantener coaliciones y su labor para alcanzar un casi imposible compromiso entre los Doce, con motivo de Maastricht.