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Peregrinos de la historia

Más de 2.000 españoles, ex residentes del protectorado, vuelven al norte de Marruecos tras 30 años

Cuatro aviones y un barco han sido necesarios para reunir en el norte de Marruecos a 2.000 españoles, todos ellos ex residentes del antiguo protectorado. Muchos de ellos regresaban por primera vez en 30 años. La excusa para tan multitudinario peregrinaje ha sido, según los promotores de esta iniciativa, el "reencuentro sentimental con la historia y la geografía de la antigua colonia española". Pero detrás de la referencia al pasado se esconde también una llamada a la inversión y a la solidaridad que permita el desarrollo del Rif.Los primeros aviones aterrizaron en Tánger el viernes por la noche, procedentes del aeropuerto de Barajas. El último en llegar fue un barco el sábado por la mañana, en cuyo interior viajaban más de 1.200 peregrinos de la historia. Fue un atraque emocionante, ya que muchos de los viajeros volvían a pisar Marruecos por primera vez después de una ausencia de más de 30 años, después de que, en abril de 1956, España decidió abandonar el territorio y concederle independencia.

Los protagonistas destacados de este peregrinaje son un grupo de militares, de entre los 70 y los 80 años de edad, que vivieron una parte de su vida en los destacamentos y cuarteles del norte de África. Por unas horas volvieron a recuperar su historia, cuando acudieron a la antigua catedral de Nuestra Señora del Pilar de Tetuán, a las aulas del colegio español del Pilar, o al cementerio católico de esta misma ciudad, donde están enterrados un buen número de compañeros de armas.

Encuentros similares, entre ex residentes del protectorado, se han venido efectuando todos los años en diversas ciudades españolas, pero ésta fue la primera vez que optaron por reunirse en el norte de Marruecos. El promotor de esta operación especial es un español, Antonio Anting, nacido hace 47 años en Alcazarquivir, que dirige una organización denominada Aderma -Asociación de Españoles Residentes en Marruecos-, que cuenta con la protección y la ayuda económica de la Administración de Madrid y cuyas sedes se encuentran en las Casas de España de Casablanca, Tetuán, Tánger o Rabat.

Los actos protocolarios se han venido desarrollando en las ciudades de Tánger y Tetuán, en algunos casos presididos por los ministros marroquíes Ahmed Alaui y Serge Berdugo, a su vez dirigente de la comunidad judía en el reino alauí y responsable de la cartera de Turismo. Ni la emoción ni el protocolo de este reencuentro hicieron olvidar a los dirigentes de Aderma una larga lista de reivindicaciones dirigidas a las dos administraciones y con las que se intenta mejorar la situación de los españoles en Marruecos.

La duración de las tarjetas de residentes o el retraso en el pago de las pensiones no contributivas para cerca de 300 jubilados que viven en Marruecos son algunas de las principales reclamaciones que los responsables de Aderma vienen planteando desde hace años, según asegura Antonio Anting. Pero eso no es todo, ya que además se encuentran pendientes de resolverse un número indeterminado de reclamaciones planteadas por antiguos propietarios agrarios, que tres décadas después de la independencia continúan pleiteando con el Gobierno de Rabat.

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