El Sanse se despide de 'su tierra'

Se acabaron los rasguños, los quemazos de la tierra y los balones desinflados. Mamá Matapiñoneras, aliada natural del Sanse durante años, no volverá a arropar a los jugadores sanseros. Por lo menos, en un año.

El Sanse culminó ayer su brillante temporada con una victoria ante un descendido, la Ponferradina. El partido fue de puro trámite. No había nada en juego. La suerte estaba echada de antemano y la relajación fue un presagio hecho realidad. Los altibajos en el juego fueron constantes y la falta de alicientes dejó espacio para aisladas jugadas de ataque destacables. El primer gol llegó fruto de la ya clásica alianza que forman Prieto, Arellano y Juan Díaz, la sociedad del Titi. Prieto puso un balón a Arellano dentro del área y el Titi cayó. La pena máxima la transformó el central sansero Díaz, abriendo el camino de la victoria. En la soporífera segunda parte, el joven Juan remataba la faena con un brillante empalme.

El sopor veraniego dominó los primeros compases de la segunda parte. En eso salió el joven Juan, y logró el 2-0.

La permanencia obliga al Sanse a disputar la que será su segunda temporada consecutiva en Segunda B en césped. La alfombra verde del Polideportivo de la Dehesa Boyal espera ansiosa a que Prieto y sus secuaces le brinden mañanas de buen fútbol, aderezadas con caldito manchado con jerez y bocata de panceta.