Retazos de celuloide

El creador de efectos especiales Colin Arthur y su mujer, Marisa Pino, han convertido el contenido del trastero de su casa en un museo. Los recuerdos que han ido acumulando durante 25 años de carrera -"no sólo no tiro las cosas, sino que busco en la basura", dice el inglés- se exponen ahora en un centro comercial. Como una especie de museo familiar donde incluso los alumnos del creador han podido dejar su huella, la exposición reúne desde ojos de cristal a dinosaurios, cadáveres y colas de sirena. "Son como nuestros hijos", dice la mujer mirando los objetos.Repartidas en vitrinas, las piezas se exhiben en un local del centro comercial Sexta Avenida. Allí se mezclan recuerdos de películas como 2001 Odisea en el espacio, de Stanley Kubrick; Alien, de Ridley Scott, o La historia interminable, de Wolfgan Petersen. Brazos, ojos comestibles -de gelatina y azúcar-, pies, máscaras de látex y hasta los guiones de las películas en las que ha trabajado -y en lo que se puede ver la manera de plantear una película en la que los protagonistas son muñecos- completan la visita por la exposición de este escultor, creador de efectos especiales.

"Son cosas que tenemos en el garaje de nuestra casa o en el taller que tiene Colin en Paracuellos. Nos da pena deshacernos de ellas, además siempre se pueden volver a utilizar en algo. Yo estoy acostumbrada a vivir rodeada de todas estas cosas", explica Marisa Pino, la mujer de Colin Arthur. "A mí no me gusta hacer bichos feos", dice el creador inglés, "lo que pasa es que últimamente es lo que más me piden. Prefiero los trabajos que tienen que ver con la fantasía y la mitología" añade.

Colin Arthur saltó del museo de cera de Madame Tussaud de Londres al equipo técnico de la película 2001 Odisea en el espacio. Tenía 25 años y decidió que lo suyo era el cine. Desde entonces, además de crear figuras imposibles, tuvo que aprender a darles movimiento. Las computadoras, la eléctrónica, la mecánica y la hidraúlica se volvieron tan importantes como el látex, el material con el que se realiza la base de la mayoría de los muñecos.En la exposición organizada por Arthur y su mujer, una de las atracciones es -previo pago de 350 pesetas- maquillar a los niños que pasan por allí. "Es increíble", dice la mujer, llegan niñas preciosas con un lacito en la cabeza y te piden que les pogan horrorosas, con cortes en la cara y con sangre chorreando".

La fascinación de los niños por la sangre encuentra su paraíso en la sala que han decorado los alumnos de Colin Arthur, una especie de carnicería humana -dentro de un cuarto de baño- donde se han sustituido los filetes de ternera por cabezas, manos, brazos y zonas irreconocibles del cuerpo.

Expo FX en el centro comercial Sexta Avenida. Carretera de La Coruña, kilómetro 2. Hasta finales de mayo. Precio: 600 pesetas; niños, 300. Horario: viernes, de 17.00 a 2 1. 00. Sábados, domingos y festivos, de 12.00 a 22.00.