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La marcha de Santana termina sin arrancar ningún compromiso al Gobierno central

El himno de Andalucía retumbó ayer en un Madrid soleado y solidario. Con emoción no contenida se expresaba Francisco Serrano, uno de los 125 trabajadores deSantana que Regaron caminando desde Linares: "Se nos han llenado los ojos de lágrimas y de fuerza el corazón". A cada paso hacia el Ministerio de Industria, miles de obreros del castigado cinturón industrial se les unían en la marcha y en la lucha por un cambio de rumbo en la política industrial. En este peregrinaje no se obró el milagro: Juan Manuel Eguiagaray, ministro de Industria, no ofreció soluciones.

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Llegaron curtidos por la lluvia, el granizo, el sol abrasador de la meseta y las heridas ignoradas de la caminata desde Jaén. La solidaridad les ha salido a cada paso en el camino por mantener sus puestos de trabajo amenazados por un expediente de crisis. Desde las ventanas y las aceras de la capital, los madrileños les regalaban aliento con aplausos y vítores.Docenas de telegramas de todos los sectores, sindicatos, comarcas y provincias alentaron a los trabajadores de Suzuki y les manifestaron el compromiso por su causa. Todos menos quienes ellos querían: el ministro Eguiagaray -"el más cabrón que hay", decía una de las canciones de la marcha-.

Ignacio Fernández Toxo y Manuel Fernández Lito -secretarios del metal de CC OO y UGT-, otros dos dirigentes de las federaciones del metal de ambos sindicatos, y dos integrantes de la marcha desde Linares subieron a hablar con el ministro a las dos de la tarde y bajaron al poco rato, indignados. Eguiagaray no les había transmitido "nada nuevo".

Dijo Toxo que el ministro les había prometido ayudas económicas, pero que no, precisó ni el cuándo ni el cómo ni el para qué. También les dijo Eguiagaray que iba a trasladar a la dirección de la multinacional japonesa Suzuki la petición de los trabajadores de que se retire el expediente de regulación de 1.600 empleos en Santana Motor, la mitad de la plantilla.

El ministro dijo, para Toxo, "más o menos lo mismo que Chaves [presidente de la Junta de Andalucía] el martes; lo que quieren es quitarse el muerto de encima hasta después de las elecciones".

Los líderes sindicales les animaron continuar en la lucha: "Suzuki no se va a cerrar porque los trabajadores y el pueblo de Linares no lo van a permitir". La multinacional "irresponsable" y el Gobierno "miserable" fueron los blancos de los insultos por haber hecho de Linares un "infierno". El Gobierno, dijo el presidente del comité de empresa, Francisco Serrano, "tiene que recuperar la dignidad y dejar de dormir en las sábanas de la corrupción".

Ya por la tarde, unas 15.000 personas se congregaron en Linares para recibir a los trabajadores que protagonizaron la marcha hacia Madrid. Y será en Linares, precisamente, donde UGT y CC OO concentren la celebración del Primero de Mayo. Los trabajadores de Gillette, mientras, encabezarán la manifestación de Sevilla.

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