Fraudes e irregularidades en las elecciones parciales celebradas en Marruecos
Numerosos fraudes e irregular¡dades fueron detectados ayer en Marruecos con ocasión de la celebración de las votaciones parciales legislativas y comunales en las que se eligieron 13 diputados y 209 concejales, y que se anularon, en su día, como consecuencia de las anomalías producidas en los escrutinios locales del 25 de junio y en los legislativos del 17 de septiembre de 1993.La atención de las diversas fuerzas políticas se centró ayer en Buznika, una pequeña población, situada a medio camino entre Casablanca y Rabat, donde el pasado 26 de junio, un día después de las legislativas, se produjo una revuelta popular, para protestar por las manipulaciones electorales que dieron el triunfo al ex ministro de Finanzas Abdelkamel Redhaye, candidato de la Agrupación Nacional Independiente, y apearon al candidato de la oposición -socialista y del Istiqlal- Ahmed Zaidi.
Aquella primera batalla de Buznika, en la que se registraron numerosos destrozos, heridos y detenidos, finalizó con una marcha popular hacia el Palacio Real de Skirat, donde se encontraba en aquella ocasión el rey Hassan II, y donde los manifestantes pretendían llegar para pedir su amparo y protección.
Ayer, en previsión de nuevos incidentes, y mucho antes de que abrieran los colegios electorales, un impresionante dispositivo compuesto por fuerzas policiales y de gendarmería se había apostado en diversos lugares estratégicos de la circunscripción. Pero a pesar de todas estas previsiones, volvió a repetirse la batalla de Buznika, cuando un grupo de militantes de la Unión Socialista de las Fuerzas Populares, atacaron a un funcionario de la Administración Local, a quien acusaron de estar comprando votos en favor de un candidato del partido bereberista oficial Movimiento Popular Nacional, y para hacer fracasar la del líder de la oposición local. Las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a intervenir para rescatar al funcionario, y procedieron después a efectuar diversas detenciones de militantes de la USFP.
Prueba de fuego
La diputada socialista Badia Skalli, una de las dos mujeres que ocupa un escaño en el Parlamento de Rabat, había asegurado a EL PAÍS horas antes del cierre de los colegios electorales de Buznika, que las elecciones en esta circunscripción eran "una verdadera prueba, con la que se trataba de conocer la voluntad democratizadora de la administración marroquí". La diputada hacía estas manifestaciones mientras sobre el terreno, al volante de su automóvil, recorría una a una las oficinas de voto y constataba un buen número de supuestas irregularidades y anomalías. "¿Quien se encuentra detrás?", se preguntaba mientras la gente se amontonaba a su alrededor, en un rincón perdido de la circunscripción, en plena campiña, protestando por la manera como se efectuaban las votaciones.La pregunta de la diputada socialista quedó ayer a medio contestar al asegurar que "es evidente que hay intereses económicos en juego, pero hay también una falta de educación democrática".
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