Anguita pide a los trabajadores que se mantengan "en pie de guerra"

Julio Anguita se apartó ayer de las medias tintas al hacer su llamamiento a los trabajadores ante la crisis. "Hay que estar en pie de guerra", dijo el coordinador general de IU a las casi 1.000 personas que le escuchaban en un cine de Madrid, porque "ya está bien de medias palabras, y la economía y nuestro pueblo se están muriendo en estos momentos". Para Anguita, la crisis se ha convertido en un "chorreo sangriento diario", lo que le llevó a preguntarse: "¿Hasta cuándo vamos a consentir ver de manera impasible la muerte lenta de este país?".Anguita y el número uno de IU para las elecciones europeas, Alonso Puerta, intervinieron en su primer mitin conjunto desde la designación de la candidatura. Anguita hizo del mitin una prolongación de sus palabras en el debate sobre el estado de la nación. Con el Diario de sesiones del Congreso en la mano, leyó la réplica de Felipe González indicando por qué veía imposible un pacto con IU.

Para Anguita, que trufó su intervención con comparaciones entre el PSOE y la derecha, cuando el jefe del Ejecutivo dice no a IU se lo dice también a los sindicatos o a los ecologistas que han colaborado en la preparación de su pasado programa electoral; pero además, Anguita fue bastante más lejos y dijo que ese no "es un no a la inmensa mayoría del pueblo".

Anguita lanzó también una advertencia a su auditorio sobre la corrupción y, tras afirmar que hay muchas más irregularidades en la iniciativa privada y en la empresa que entre los políticos o en el sector público, indicó que la deslegitimación genérica de la democracia por estos casos es la antesala de los comportamientos fascistas.

En Andalucía, el consejo andaluz de Izquierda Unida-Los Verdes no pudo impedir ayer la ruptura al abandonar la sala donde se celebraba su asamblea en San Fernando (Cádiz) los representantes de Nueva Izquierda (NI), dirigida por el alcalde de Córdoba, Herminio Trigo, en desacuerdo con las listas para las próximas elecciones andaluzas.

Juan Berga, portavoz de Nueva Izquierda, consideró la exclusión "una locura" y un mal augurio para los comicios. "La falta de pluralidad devalúa el proyecto y lo hace irreconocible", según Berga.