Los serbios burlan a la OTAN, que prepara un ataque a gran escala

Las tropas serbias de Bosnia burlaron ayer, una vez más, a todo el mundo. Pese al ultimátum de la OTAN para que cesaran el fuego en Gorazde, los serbios reanudaron los bombardeos de este martirizado enclave musulmán de Bosnia oriental. Las decisiones de la OTAN del viernes representan la advertencia más seria a los agresores de que la alianza está dispuesta a un bombardeo a gran escala contra objetivos militares serbios. La tímida retirada serbia y la llegada de un convoy de cascos azules, en el último momento, detuvo la maquinaria de guerra aliada, al menos de momento.

Todos los campos de batalla donde los serbios pueden realizar ataques, que coinciden con zonas habitadas, han quedado protegidos por la amenaza de la Alianza Atlántica, que puede intervenir en cualquier momento si los serbios no dan un giro radical a su conducta habitual de desafiar las resoluciones de las Naciones Unidas. La amenaza de la OTAN es de una gran complejidad y contiene un riesgo muy alto de conflicto.La resolución de la OTAN implica el cese total de las hostilidades serbias contra Gorazde desde el momento mismo en que se dio a conocer la decisión del Consejo, a las siete de la tarde del viernes. La fuerza aérea aliada pudo actuar ayer, sin necesidad de esperar a que se cumpliera el plazo para la retirada del centro de Gorazde, pero finalmente no lo hizo.

Los serbios atacaron ayer en Gorazde con infantería apoyada por carros de combate y concentraron su ofensiva en la toma de una fábrica de armas. Pero a última hora consintieron la entrada de un convoy de las fuerzas de la ONU en el enclave protegido. Fuentes de la ONU aseguraron que las fotos aéreas muestran el inicio de un repliegue.

Hoy será un día clave para apreciar la verdadera dimensión de la retirada de los agresores.

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