Los cubanos, más pendientes de la crisis que del diálogo entre Gobierno y exilio

Cuba navega sobre un mar de cambios que conduce a sus habitantes hacia un futuro cada vez más incierto y difícil. Sin rumbo fijo, la nave de la Revolución avanza por un camino de reformas que son cristales y, para no cortarse, el Régimen ha puesto una alfombra de dólares encima de la ideología. Así, este fin de semana, mientras el Gobierno se reunía con representantes del exilio moderado para suavizar las tensiones vividas durante 35 años, el régimen castrista anunció una reestructuración del aparato del Estado que incluye la creación de nuevos ministerios y la supresión de una docena de organismos económicos.Pero los cubanos no se han alterado ni por el diálogo de sus dirigentes con 200 exiliados moderados ni por la creación de seis nuevos ministerios, entre los que están el de Economía y Planificación, el de Turismo, el de Inversión Extranjera y Colaboración Económica y el de Trabajo y Seguridad Social, que serán a partir de ahora los organismos rectores de la reforma económica y de la apertura hacia la economía de mercado.

Marta Moré era presidenta de un partido católico, y como todos los participantes en la conferencia titulada La Nación y la emigración, está en contra del bloqueo y apoya las reformas económicas impulsada por el Gobierno cubano y aboga por la reconciliación y porque se resuelvan los problemas migratorios que entorpecen las relaciones entre Cuba y el exilio. "Ya no se puede mirar hacia atrás y pensar en lo que perdimos; hay que luchar porque la transición en Cuba no se produzca de un modo traumático".

Para muchos cubanos es en cambio más difícil asimilar estos nuevos tiempos. Ellos no han resuelto sus problemas económicos como estos 200 exiliados que hoy compran en las tiendas de La Habana, y por el contrario han visto como este mes los apagones aumentaban a 12 y 15 horas diarias y 100 medicamentos pasaban a la libreta de racionamiento, incluyendo las aspirinas. Para los más jóvenes reconciliarse con el exilio es algo normal y hasta sugestivo.