Rusia cambia de actitud y apoya el ultimátum como "adecuado"
Rusia apoya, en un cambio de actitud, los bombardeos aéreos de las posiciones de los serbios en Gorazde, si los agresores no cumplen con las exigencias presentadas por la ONU y la OTAN. Así se desprende de las declaraciones hechas ayer por el ministro de Asuntos Exteriores, Andréi Kózirev, a la agencia Interfax, en las que calificó el ultimátum de la OTAN de "respuesta adecuada a la petición de la ONU".El jefe de la diplomacia rusa advirtió que la única alternativa a los bombardeos aéreos es que "los serbios de Bosnia cumplan sus compromisos". Kózirev dijo que el mando militar de los serbios de Bosnia "desafió las más elementales normas de humanidad y las exigencias tanto de la ONU como de Rusia".
Sin embargo, el embajador ruso ante las Naciones Unidas, Yuli Vorontosov, aseguró ayer que el eventual ataque aéreo aliado debe estar limitado a la localidad de Gorazde.
Misión arriesgada
La OTAN dispone de medios y de información adecuada sobre la localización de las fuerzas serbias como para que éstas sufran un fuerte castigo si se ordena un ataque, pero fuentes del Pentágono admiten que la operación supone riesgos para los aviones que sobrevuelen Gorazde y recopilen datos sobre la instalación de las principales piezas de artillería serbias y sobre los puestos de mando de esas fuerzas, informa Antonio Caño. "No se trata de una operación fácil. Al contrario, conlleva bastantes peligros. Pero tenemos suficiente fuerza y capacidad de reconocimiento como para hacer que los serbios paguen un precio muy caro", informó un portavoz del Departamento de Defensa norteamericano.
En la medida en que la operación supone riesgos, EE UU quiere todos los países de la OTAN proporcionen aviones para la operación.
