La hora de la verdad
La venta de Banesto abre una nueva etapa en el sistema financiero español
Mañana, 25 de abril, a las cinco de la tarde es la cita. Los tres aspirantes a comprar Banesto -Argentaria, BBV y Santander- entregarán en las oficinas de Salomon Brothers las plicas (ofertas) con el precio que ofrecen por el banco intervenido. De allí, un notario las trasladará, sin abrir, al despacho del subgobernador del Banco de España, Miguel Martín. En ese momento, tanto Banesto como el sistema financiero español comenzarán una nueva etapa.Los tres aspirantes han dedicado los últimos meses de sus mejores efectivos a analizar los pros y los contras que supone quedarse con Banesto. Un periodo que no ha estado exento de tensiones políticas, sociales, jurídicas y financieras. Desde que el Banco de España decidiera, el 28 de diciembre de 1993, destituir al consejo de administración presidido por Mario Conde ha pasado de todo, con tribunales y una comisión parlamentaria de seguimiento incluidos.
Mientras, se han podido conocer las cifras (véase cuadro) y la ingeniería financiera aplicada durante los últimos seis años por el equipo dirigido por Conde y que el gobernador, Luis Ángel Rojo, denominó con la acertada definición de "artificios contables". Por ellos, Conde deberá enfrentarse a la Justicia.
El Banco de España, por su parte, diseñó un plan de saneamiento con el que asegura el futuro de Banesto. Además, elaboró unas condiciones de compra que, de entrada, seleccionaban a los grandes bancos y cajas (requisito de tener más de 250.000 millones de recursos propios). De esas, cinco compraron el cuaderno de venta y dos de ellas (BCH y Popular) se retiraron tras analizarlo.
Sea cual sea el comprador, lo seguro es que va a cambiar el status quo bancario. Si lo compra el BBV, éste se convertirá indiscutiblemente en el líder del sector. Si lo hacen Argentaria o Santander, lo que ocurrirá es que se formará un trío destacado (el que lo compre más BBV y BCH), con uno de aquéllos dos en cabeza.
La razón primordial por la que los tres aspirantes han llegado al final de la puja es reforzar la estructura de su red de oficinas. En este sentido, son Argentaria (con 1.351 oficinas) y Santander (con 1.440) los más necesitados en aumentar su red, a distancia de las que tiene el BBV (con 2.712) El interés de este último radica en potenciar su presencia en las poblaciones de menos de 50.000 habitantes, en las que Banesto es el dueño y señor (véase cuadro). Otro elemento decisivo es la presencia internacional de Banesto, basada en el Banco Totta e Agores, uno de las principales entidades portuguesas.
El banco adjudicatario comprará el 74% del capital de Banesto que ha suscrito el Fondo de Garantía por 180.000 millones de pesetas (450 millones de acciones). Las condiciones de compra le exigen que venda el 13% a los accionistas antiguos en la proporción de una acción nueva por cada dos antiguas a 400 pesetas. En el caso de que se suscriba todo, se quedaría. con el 61%. Como las condiciones únicamente imponen que no puede rebajar su participación del 30%, aún le queda un 31 % que podría negociar con otras entidades. Una negociación que tendría como sostén recolocar las oficinas que resulten redundantes tras la adjudicación del banco.
La compra de Banesto, en cualquier caso, va a ser un trago muy costoso. El comprador tiene que desembolsar, como mínimo, 180.000 millones para asumir el capital que tiene el Fondo. Además, debe digerir la integración en su estructura de un cuerpo maleado y asumir las pérdidas que arrastrará este ejercicio.
También será un trago amargo para el Estado. El coste definitivo para las arcas públicas dependerá del precio que ofrezca el adjudicatario. En el supuesto de que se venda a 180.000 millones (a 400 pesetas la acción), el coste público sería 162.500 millones que provienen de las aportaciones del Banco de España al plan de saneamiento. Una cantidad igual han aportado los bancos privados. A medida que se vaya aumentando el precio irá disminuyendo el coste público. De cada dos pesetas de más, una iría a descontar la aportación del Banco de España, y otra la de la banca.
El cuarto poder
"La AEB considera a Argentaria un socio como cualquier otro". Estas palabras de José Luis Leal, presidente de la patronal bancaria, mitigaron los reiterados intentos del PP para que el grupo público Argentaria no acudiera a la subasta. Algunos sectores del PSOE tampoco quieren.Tras estas presiones políticas aparece la participación de Banesto en medios de comunicación (Antena 3 TV, El Mundo, Grupo Zeta...), cuyo control podría dar mucho poder al comprador. Para evitar más problemas, el diputado de IU-IC Ramón Espasa ha propuesto prorratear las participaciones de la discordia entre los bancos que acuden a la subasta con un compromiso de venta en un plazo de cuatro años o menos.
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