Ligera corrección del déficit comercial español con Japón pese a subir el yen un 52%
Todo lo que importa España de Japón cuesta un 52% más que hace sólo tres años. El valor del yen japonés ha subido de forma imparable frente al dólar desde mediados de 1990 debido fundamentalmente al fuerte desequilibrio comercial que padece Estados Unidos con el país asiático. Las devaluaciones de la peseta han servido para multiplicar este efecto. En total, desde el verano de 1990, la moneda nipona ha subido un 51,9%: Si en septiembre de ese año 100 yenes valían 64 pesetas, en la actualidad cuestan 133. Esta apreciación ha servido para reducir el déficit español. con este país en un 14% desde 1991.
La brutal apreciación del yen ha encarecido en los últimos años los equipos de audio y video, los aparatos eléctricos, la maquinaria mecánica, los instrumentos de fotografía y quirúrgicos y la relojería, que son los principales productos japoneses que penetran el mercado español. La subida de precio de estos bienes, que ha coincidido con la recesión de la economía española y, por tanto, con una notable caída del consumo doméstico, ha provocado que en los últimos tres años las importaciones niponas (un 4,7% del total importado por España en 1993) se hayan mantenido a la baja, especialmente entre 1992 y 1993, periodo en el que se redujeron un 14,6%. Este descenso, que se aprecia sólo ligeramente en el volumen cifrado en pesetas (ver cuadro), ha sido mayor puesto que habría que descontar el efecto de la apreciación del yen. O lo que es lo mismo: si España hubiera seguido importando al ritmo de 1991 y el precio en yenes de los productos japoneses se hubiera mantenido constante, las importaciones hubieran costado el doble; es decir, 900.000 millones de pesetas.Al otro lado de la balanza, las exportaciones a Japón, que representan sólo un 1% del total exportado por España, se han visto favorecidas por la caída de la peseta. La entrada de productos españoles al mercado japonés ha aumentado más notablemente en 1993 (un 10,5% más que en 1992), aunque, en ningún caso de forma proporcional al descenso del valor de la peseta frente a la divisa nipona. La recesión económica que sufre Japón desde hace tres años, la más larga desde la II Guerra Mundial, y la consecuente caída también de su consumo doméstico ha impedido a los exportadores españoles aprovecharse de la competitividad de la peseta.
La escasa respuesta de los consumidores japoneses al descenso del precio de las importaciones, no sólo españolas -que apenas pesan en la balanza comercial japonesa-, sino sobre todo estadounidenses, ha crispado las relaciones entre Washington y Tokio. Esta tensión ha presionado y sigue presionando el yen al alza en los mercados internacionales, un movimiento que los inversores anticipan será favorecido por EE UU para corregir así el déficit comercial estadounidense (que alcanzó los 60.000 millones de dólares en 1993) con su socio nipón.
Negociaciones EE UU-Japón
El yen, pronostican los analistas, seguirá esta tentencia al alza a menos que ambos bloques, que reanudan sus negociaciones comerciales el próximo 24 de mayo en Washington, logren un acuerdo que garantice la apertura del ido nipón tal y como exige Washington.Aunque la perspectiva es que el yen se mantenga al alza, la escasa penetración de los productos españoles en el mercado nipón impide que el efecto corrector de la apreciación de la divisa nipona sobre el déficit comercial de España con Japón sea más sustancial. Así, mientras que España exportó 68.089 millones de pesetas a Japón en 1993, en ese mismo ano importó bienes y servicios nipones por valor de 406.079 millones. Estas cifras revelan todavía un notable desequilibrio comercial y demuestran que España es más dependiente de los productos nipones que viceversa. Y es que mientras que Japón exporta a España tecnología y productos de gran valor añadido, España exporta a Japón, fundamentalmente, pescados, crustáceos y moluscos, productos químicos y orgánicos, manufacturas de cuero, pieles, minerales y caucho....
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