Nobleza y claridad
Me gustaría que esta carta hubiera podido ser publicada el pasado martes, día 19, porque en ella trato de llamar la atención de los lectores, y en particular de los políticos y más aún de Felipe González, sobre un artículo y una carta al director que aparecieron en la página 14 del día 18 en el diario de su digna dirección. Ellas ofrecían claros y nobles argumentos para el debate sobre el estado de la nación.El artículo La responsabilidad y el disparate, de Francisco J. Laporta, supongo que habrá iluminado a muchas mentes obtusas, tantas por lo menos como las que se habrán sentido fastidiadas porque podía perjudicar sus pérfidas intenciones. El artículo es lúcido e irrefutable. Si yo no tuviera 83 años y no fuera un catedrático jubilado, saltaría de contento viendo que todavía quedan catedráticos así y, además, de la Institución de Giner de los Ríos. La carta '¿Tropezamos en la misma piedra?' la firma Alonso Domínguez Escarda en Villanueva del Campo, Zamora. ¡Cuánta entereza, cuánta sinceridad, cuánta hombría de bien, cuánta buena fe se atesora en esas gentes que no sé si son enteramente campesinos o las circunstancias les han hecho allí!... ¡Cuántos Ojos han podido abrir!
Porque, señor Alonso Domínguez, hay efectivamente mucha gente empeñada en que los otros den el definitivo tropezón, sobre todo si se hallan en lo alto y tienen condiciones para mantenerse, si les estorban, si les impiden mantener de nuevo la sartén por el mango. Y, efectivamente, señor Alonso, acabarán alcanzándolos. Y, al cabo de los años, no les importará ensalzarlos. Con los difuntos son muy generosos. ¡Hasta les ofrecen misas!
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