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Enorme expectacion en el juicio contra el 'monstruo de Florencia'

El juicio por el asesinato de 16 personas contra Pletro Pacciani, un campesino acusado de ser el monstruo de Florencia, entró ayer en los anales de la criminología debido a la presencia masiva en su inauguración de periodistas y celebridades como Thomas Harris, el autor de El silencio de los corderos. Sin embargo, los medios de comunicación, y en general la opinión pública italiana, tienen grandes dudas sobre la culpabilidad de este hombre de casi 70 años, condenado previamente por haber asesinado a puñaladas, cuando tenía 25 años, a un amante de su novia, a la que obligó a yacer junto al cadáver, y por haber apaleado y violado años más tarde a sus dos hijas. Demasiado tosco y brutal para ser la refinada mente que se atribuye al verdadero autor de crímenes de que se le acusa.El verdadero monstruo, quien quiera que sea, asesinó a ocho parejas en 1968, 1974, 1981, 1982, 1983, 1984 y 1985, a razón de una por año, salvo en 1981, cuando actuó dos veces. Lo hizo siempre en las inmediaciones de Florencia y contra parejas que retozaban dentro de un coche; o que pernoctaban en él, como los dos jóvenes turistas alemanes asesinados en 1983.

El arma asesina

El arma asesina fue siempre una bala Winchester del calibre 22, disparada con una pistola Beretta. Y el asesino seccionó generalmente y con limpieza los órganos sexuales de sus víctimas. Tales órganos nunca fueron recuperados. Tampoco la pistola.

Seis personas fueron acusadas y luego exculpadas entre pistas dudosas creadas muchas veces por anónimos que los investigadores sospechan que podrían haber sido enviados por el asesino. Una de esas comunicaciones, poco después del crimen de 1985, señaló a Pacciani como posible culpable. En enero de 1991 fue implicado oficialmente y encarcelado dos años más tarde.

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Las pruebas contra él son débiles. Pacciani es un buen tirador y, en 1992, se encontró en su huerto una bala como las utilizadas por el monstruo. El mismo año, apareció en su casa un bloc alemán que no se vende en Italia y que los turistas asesinados nueve años antes solían comprar en su tierra.

"Ruego a Dios omnipotente que antes de esta noche mande un accidente a aquel desgraciado", sollozó ayer Pletro Pacciani, refiriéndose "al verdadero asesino". Le creen inocente sus propios familiares, varios de los parientes de las víctimas y sor Elisabetta, la monja que asiste a los detenidos en la cárcel florentina. Entre los testigos de cargo, el hijo del hombre que Pacciani mató a los 25 años y que, por una coincidencia, asistió, con seis años, al primer asesinato del monstruo, en 1965.

Por otra parte, altos cargos de la policía de Nápoles fueron ayer detenidos o suspendidos en virtud de presuntas relaciones con la Camorra. Uno de ellos fue comisario de Palermo y es un conocido profesional de la lucha antimafia. También en la captial Campana hubo una gran redada de políticos democristianos, ex comunistas socialistas y neofascistas presuntamente implicados en el tráfico de comisiones ilegales.

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