_
_
_
_

Los inconvenientes del culto a la piel

Los expertos advierten contra el aumento de las alergias producidas por Ios cosméticos

Cualquier cosmético que se aplique en la piel puede provocar alergias, pero si su efecto beneficioso vale1a pena y el sector de población afectado es muy minoritario, el riesgo se asume como normal. El verdadero inconveniente se presenta a la hora de determinar qué productos contienen el compuesto concreto que ha producido la reacción alérgica: el hecho de que no se detallen todos los componentes de cada cosmético dificulta el trabajo de los dermatólogos y condena al paciente a una probable repetición de su dolencia.Según Antonio Aguirre, del hospital de Cruces, en Bilbao, "éste es un problema fundamental que hay que resolver con urgencia, porque en la época de culto al cuerpo en la que nos encontramos, con tantos cosméticos en el mercado, las reacciones alérgicas cada vez son más frecuentes".

"El aumento en el consumo de cosméticos corre paralelo al incremento de casos de alergias", afirma Dolores Guimaraens, dermatóloga del hospital Clínico de Madrid. "Y se extiende también el tipo de población afectada. Por ejemplo, con las líneas de cremas y perfume masculinas empezamos a tratar hombres con alergias tradicionalmente fémeninas".

Directiva europea

Una directiva europea obligará a partir de 1998 a que en el etiquetado de cualquier cosmético figuren todos sus componentes. Hasta ese momento, los dermatólogos se verán obligados "a ponernos en contacto con los laboratorios para que indiquen si el producto utilizado por el paciente contiene efectivamente el compuesto que nuestras pruebas previas identifican como causante de la alergia. Lo normal es que colaboren, pero también hay veces en las que alegan que es secreto profesional", dice Guimaraens.

Con el mismo escollo tropiezan Antonio Aguirre y Eduardo Fonseca, dermatólogos en el hospital La Paz, de Madrid, que cuando prescriben productos a sus pacientes recurren estrictamente a líneas cosméticas de laboratorios farmacéuticos de venta sólo en farmacias, en las que sí está clara la composición. Ambos especialistas coinciden en que los principales causantes de alergias son los excipientes, que pueden llegar a ser hasta 20 o 30, y no los principios activos.

"Los compuestos a los que hay más sensibilizaciones son los perfumes y conservantes, sobre todo los antioxidantes y bactericidas, que hacen que el producto permanezca inalterable durante años", explica Guimaraens. Esta especialista destaca entre los conservantes el kathon, el quaternium 15 y el formol; las fragancias más problemáticas suelen ser la canela, el clavillo y los cítricos. La parafenilendiamina de los tintes para el cabello es otra sustancia crítica. Antonio Aguirre menciona, además, las sensibilizaciones a los filtros solares, concretamente a la oxybenzona, que comienzan a incluirse en la composición de las cremas de uso diario.

El Grupo Español de Dermatitis de Contacto, al que pertenecen Guimaraens y Aguirre junto con otros 11 dermatólogos, ha elaborado recientemente una relación con las 23 sustancias más susceptibles de provocar alergias. En la próxima reunión del grupo, cada experto presentará sus estadísticas de incidencia y se preparará un documento general. En principio no se considera que ninguna de ellas deba ser retirada del mercado o revisada su concentración permitida, como ocurrió en su día con el kathon.

"La legislación actual permite concentraciones muy bajas de este potente bactericida, muy usado en champús, cremas, mascarillas, lociones o pañuelos húmedos", explica Guimaraens.

"Aunque sigue causando problemas, no tiene nada que ver con el boom de hace ocho años, cuando los pacientes tenían que ser ingresados por dermatitis graves diseminadas por todo el cuerpo difíciles de controlar. Con este compuesto, el grupo sí tuvo que presionar para que se modificara a egislación", continúa. "Ahora sería alarmista aconsejar, en general, usar cosméticos que no lleven perfume, porque la alergia es muy selectiva y no afecta a todo el mundo, pero si se consiguiera que todos los componentes se detallaran en el envase se evitarían conflictos".

Productos hipoalérgicos

No basta; opina Guimaraens, el término "hipoalérgico" reseñado en cosméticos fabricados sin algunos de los alergénicos más frecuentes. "Puede resultar engañoso, porque eso no quiere decir que sea utilizable por cualquier paciente alérgico. El producto puede no contener perfumes, pero la reacción puede ser producida por el formol, por ejemplo", afirma esta especialista. "Además, con la presión publicitaria de tantos productos nuevos, el paciente, a menudo, no se conforma con usar un único producto de por vida, el que le prescribe el médico, y muchas veces los vemos de vuelta en la consulta con el mismo problema".

Los síntomas más frecuentes de las alergias a los cosméticos son a aparición de prurito (irritación), granos y pequeñas vesiculaciones que se rompen y acaban descarnándose. La razón de que determinadas personas sean más sensibles a ciertos productos se desconoce, y además la reacción puede presentarse tras muchos años de uso de un mismo perfume o crema.

La identificación de la sustancia alergénica se hace a través de pruebas de contacto con, muchos compuestos candidatos como causa del problema. "El estudio suele ser complejo, porque cada producto lleva decenas de componentes y hay muchas cosas que usamos la vez", señala Guimaraens. Según Antonio Aguirre, es muy frecuente incluso no dar con la verdadera causa de la alergia.

"Lo normal", indica Guimaraens, "es sospechar del producto aplicado donde ha aparecido la lesión, pero no siempre la relación es directa. Una dermatitis en las axilas puede ser debida al desodorante, pero también a un colorante textil, a una fibra...".

"En ocasiones hay lesiones que pueden producir una gran confusión, como cuando la alergia se manifiesta en los párpados pero la paciente no ha empleado ningún tipo de cosmético. En estos casos puede ser, por ejemplo, la laca de uñas la culpable del problema, en algún roce de los dedos con los párpados", explica esta especialista.

Para estar guapos hay que sufrir

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_