El comité de Ebro-Kubota rechaza cuatro millones de pesetas por despido

La dirección de Ebro-Kubota puso ayer sobre la mesa de negociación 1.400 millones de pesetas, a repartir entre los 300 trabajadores afectados por el cierre de la factoría de Cuatro Vientos, la única de la multinacional en España. Pero los miembros del comité de empresa los rechazaron. Del cierre no quieren ni oír hablar.

En la reunión de ayer, la segunda del periodo de consultas iniciado el pasado día 5 tras la presentación del expediente de crisis, los representantes de los trabajadores sólo quisieron discutir sobre la viabilidad de la empresa. Insisten en que si la multinacional japonesa fabricara aquí los 4.500 tractores de la Gama M que producen en el país nipón para surtir ese mercado, el de Estados Unidos y Canadá, la fábrica sería rentable. Con estos argumentos pretenden convencer al Consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, José Luis Fernández Noriega, el próximo miércoles, y a los responsables del Ministerio de Industria que decidan sentarse con ellos en una fecha aún por determinar.

Los trabajadores intentan, ante la cerrazón de la empresa para mantener la actividad de la factoría, que la Administración se conciencie de que el problema de Ebro-Kubota es como el de la factoría sevillana de Gillette y se decida a intervenir: "No se van porque esto no sea rentable, como dicen ellos, sino por política de la multinacional, como demuestra el plan de viabilidad que el comité ha presentado y que la dirección rechaza", insistió ayer el presidente de comité de Empresa, Juan José de Miguel.