Las obras de 25 pisos municipales para ancianos llevan 10 meses paralizadas

Un edificio municipal destinado a albergar 25 pisos tutelados para ancianos y el centro de servicios sociales de Retiro permanece en vía muerta desde hace 10 meses por falta de presupuesto. El bloque está ya levantado en la calle de José Martínez Velasco, pero faltan remates, servicios, mobiliario y la urbanización exterior. El Ayuntamiento ha destinado 145 millones de las cuentas de este año para concluirlo.

Portavoces de la Gerencia Municipal de Urbanismo aseguran que el proyecto de terminación de esta obra, iniciada en febrero de 1991, está a punto de adjudicarse, por valor de 145 millones. Este dinero se destinará a dotar al centro de equipamientos y mobiliario, a urbanizar la calle y a construir un centro de transformación eléctrica. El coste global del edificio asciende a 500 millones de pesetas, de los que hasta ahora se han invertido 352. En un principio se adjudicó esta construcción por un importe de 313 millones. Pero el precio subió porque se tuvo que hacer un muro exterior.

La concejal de Servicios Sociales, Ana María García Armendáriz, se queja de que la Comunidad de Madrid y el Inserso negaron ayuda económica para esta obra. El Ayuntamiento se presentó a las convocatorias de ambas instituciones para inversiones en centros sociales de mayores y su petición fue rechazada.

En todos los distritos

Begoña San José, concejal de Izquierda Unida, afirma que en el pleno monográfico sobre vivienda se acordó habilitar alojamientos tutelados para ancianos en todos los distritos de la ciudad. "El Plan Gerontológico Nacional habla de que debe existir una plaza en pisos tutelados por cada 100 mayores", añade. Patrocinio de las Heras, del PSOE, asegura que "en el Plan General vigente -ahora en revisión- se contempla un edificio de pisos tutelados por distrito".

Estos alojamientos se plantean como una alternativa a las residencias para jubilados de bajos ingresos que pueden valerse por sí mismos. Son pequeños apartamentos, la mayor parte de las veces individuales, dotados de sala, cocina, baño y dormitorio. En ellos existen una serie de servicios comunes de limpieza y de asistencia social y sanitaria. De ahí el apelativo de tutelados. La estancia la pagan con la pensión.

Hace cuatro años se inauguró un recinto así, con 40 pisos y 72 camas, en la calle de Jerte, de Centro. Han surgido algunos problemas puntuales con personas que dejaban de valerse por sí mismas y que se resistían a que las trasladasen a una residencia. Esto s pisos no están concebidos para ancianos que precisan asistencia.