Un pueblo aragonés se moviliza contra su médico castigado por abuso sexual

Los habitantes de La Puebla de Alfindén, en Zaragoza, están conmocionados e indignados por la publicación en el último número de Interviú de fotografías de mujeres desnudas que dicha revista atribuye al médico de la localidad Ángel de la Cal del Río, inhabilitado temporalmente a raíz de las denuncias realizadas hace dos meses por un centenar de pacientes por abusos y vejaciones sexuales. Para evitar posibles incidentes, el alcalde decidió adelantar el pleno extraordinario convocado sobre el tema.

La bomba, entre los habitantes de La Puebla de Alfindén, esta116 el pasado lunes cuando apareció en el kiosko de la localidad, situada a unos 25 kilómetros de Zaragoza, el último número de la revista Interviú, con un largo retraso provocado por las festividades de Semana Santa. En dicha publicación aparecen fotografías de dos mujeres desnudas, supuestas pacientes del médico Angel de la Cal. Según la revista, las fotografías fueron realizadas durante la consulta del facultativo que se halla inhabilitado temporalmente, desde que, hace dos meses, un centenar de mujeres lo denunciaran por abusos y vejaciones sexuales durante su consulta.

Nadie quiere hacer declaraciones sobre el asunto en La Puebla de Alfindén, aunque es el motivo de discusión en todos los corrillos que se van formando en las calles de la localidad. Se trasluce, de los diálogos con los habitantes de La Puebla, que existe temor a que haya más fotografías en los archivos del médico, tomadas sin el consentimiento de las pacientes.

Expedientes personales

El alcalde socialista de La Puebla, Carlos Moliné decidió convocar ayer una sesión extraordinaria para tratar el tema de las fotografías. En la publicación se transcriben además, párrafos de los expedientes personales que el facultativo habría redactado con consideraciones íntimas, al margen del historial clínico. En la localidad, se barajaban ayer toda suerte de versiones sobre lo ocurrido. Se admitía desde la posibilidad de un robo en los archivos del doctor, hasta una venganza en represalia por las denuncias realizadas por las pacientes, e incluso el hecho de que sea un montaje periodístico.

Sin embargo, para evitar posibles incidentes, el alcalde convocó el pleno extraordinario del Ayuntamiento dedicado al caso a una hora inusual, las dos de la tarde, y luego, jugando con el factor sorpresa, lo adelantó. "No quería que aquí se juntasen las dos partes, quienes le acusan y quienes le defienden y se produjera una trifulca", dijo a este diario Moliné. El acuerdo adoptado por unanimidad de los concejales, muestra la "repulsa e indignación" por los hechos denunciados; insta al juez a que compruebe la veracidad de lo publicado (el alcalde reconoce que una de las fotografías está tomada en la consulta del pueblo); se decide personarse en la causa judicial y se resalta "el coraje de los vecinos y vecinas que, ante hechos tan denigrantes han sabido reaccionar correctamente, denunciando lo sucedido ante las instancias pertinentes".

Desde el Ayuntamiento se pide que, al margen de la actuación del juez, se continúe por el Gobierno regional con el expediente disciplinario y se sustituya definitivamente al médico cuestionado, por otro titular. Ángel de la Cal se encontraba estos días fuera de la ciudad. Según fuentes cercanas al despacho de abogados que defiende sus intereses, el médico volvió ayer a su domicilio en Zaragoza y se encontraba encerrado con sus letrados para estudiar su posible actuación legal.