ETA asesina en Bilbao a un guardia civil vasco de 29 años con una potente bomba adosada a su coche

Veinticuatro horas después de que los militantes de Herri Batasuna aclamaran a ETA durante la celebración en Pamplona del Aberri Eguna (Día de la Patria vasca), la organización terrorista asesinó ayer en Bilbao al guardia civil de 29 años Fernando Jiménez Pascual, casado y padre de una niña. Una potente bomba adosada a los bajos de su vehículo acabó con la vida del agente poco antes de las 14.30, en el momento en que la víctima se disponía a aparcar frente a su casa, en la calle de Zamakola, del barrio de La Peña. La explosión destrozó el cuerpo del guardia y llevó la alarma al barrio bilbaíno.

Testigos del atentado explicaron que la esposa de la víctima bajó de su casa gritando desencajada "¡mi marido, mi marido!", cuando el cuerpo de Fernando Jiménez permanecía todavía en el interior del vehículo envuelto en una espesa nube de humo, reventado y con las manos pegadas al volante. Lo macabro de la muerte obligó a medicar con sedantes a la aterrorizada esposa y al padre del guardia civil.Tras visitar a la familia de la víctima, el gobernador civil de Vizcaya, Daniel Arranz, indicó a los informadores, refiriéndose al estado de ánimo de la viuda: "Está mal, mal; está rota". Arranaz tomó posesión del cargo el martes pasado y éste es el primer atentado bajo su mandato. "Vamos a buscar a los terroristas, aunque sabemos", dijo, "que no es fácil y que estos atentados no son difíciles de cometer".

El guardia, natural de Barakaldo (Vizcaya), pertenecía al Núcleo de Seguridad de las 512 Comandancia, encargado de la custodia de los edificios e instalaciones públicas, y estaba destinado al Gobierno Civil. Ayer por la mañana permaneció de servicio en el Gobierno Civil. Aunque Jiménez había nacido en Barakaldo, llevaba menos de un año destinado en Vizcaya.

El atentado se produjo 24 horas después de la celebración del Aberri Eguna, en la que también destacó el acalorado discurso de Xabier Arzalluz, recordado ayer con disgusto por algunos dirigentes políticos.

El portavoz del PP vasco, Gregorio Ordóñez, señaló que "mientras algunos elucubran desde sus tribunas mitineras, ETA sencillamente asesina". "¿Qué sentido tiene la majadería de Arzalluz de comparar al Ejército con un grupo de criminales?", preguntó.

Joseba Egibar, portavoz del PNV, indicó que "lo único que proyectan este tipo de atentados es que tienen una máquina capaz de producir horror y terror, pero no hay ninguna consecuencia positiva de la sangre y del sufrimiento". Egibar subrayó que "la sociedad vasca espera con ansia que ETA deje de matar, que haya un punto de luz, un punto de inteligencia".

El atentado, primero de este año con víctimas mortales en Euskadi, se produjo seis días después de que el etarra José María Igerategi, Ijitu, muriera al explotar la bomba que transportaba en una mochila en Vitoria. Encaja, por lo demás, con los hábitos de ETA de sumarse, a su manera, al Aberri Eguna. Fuentes policiales destacaron que el asesinato de ayer ratifica las sospechas de la reaparición del comando Vizcaya, cuya anterior acción, el atentado contra el sargento mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea, se remonta al 22 de noviembre de 1993.

La escasa actividad de ETA este año dio pábulo a las habituales especulaciones sobre la inminencia de una "tregua", e incluso sobre la posibilidad de que ya existiera "una tregua no declarada". Gregorio Ordóñez (PP) manifestó: "Confiamos en que el atentado sirva para recuperar el sentido de la realidad que algunos dirigentes políticos vascos acostumbran a ocultar fácilmente".

Tras afirmar que en el mundo de la violencia "no mandan ni KAS ni HB, sino sólo los que tienen las pistolas y la capacidad de matar", el secretario general de PSE-EE de Vizcaya, Nicolás Redondo Terreros, pidió a las instituciones vascas que se rinda "un homenaje a las Fuerzas de Seguridad".

Con el asesinato de ayer, un total de 919 personas han resultado muertas por acciones terroristas en España, de las cuales 214 eran guardias civiles.