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Entrevista:

"Me preocupa que los jóvenes asocien paro a democracia"

Los jóvenes, víctimas de la crisis económica y el desempleo, pueden identificar la situación con la democracia, dice Catherine Lalumière, que añade estar preocupada por el aumento de la xenofobia. Cree que los jóvenes están más expuestos a la contaminación de los extremismos.

Rosa Rivas

La biografía de Catherine Lalumière, de 58 años, está llena de responsabilidades, asumidas con gran eficacia, según estacan los profesionales de su entorno. De ahí viene, quizá, su interés por educar a las nuevas generaciones en un espíritu crítico y abierto y en el sentido de la responsabilidad y la solidaridad, según dejó constancia en la reciente cumbre en Madrid de ministros europeos de educación."En un contexto europeo cambiante y multicultural, tenemos que educar a los jóvenes en los valores democráticos, y prepararles para el mercado de trabajo", afirma Lalumière, cohsciente de que ese mercado es inestable y poco prometedor para unas personas que cada vez creen menos en las promesas de las instituciones. "Los jóvenes llegan a dudar de la democracia. Lo vemos en los países de la Europa central y del Este. Después del periodo de euforia por su liberación del régimen comunista, son cada vez más los que asocian las dificultades económicas con la llegada del sistema democrático".

Para la secretaria general del Consejo de Europa, esa desconfianza en la democracia es caldo de cultivo de actitudes extremistas. "No se puede decir que sean los jóvenes los que lideran los movimientos intolerantes, aunque son los que se manifiestan con violencia en la calle. A ellos se les ve más, pero son los adultos los que están detrás. Los jóvenes son particularmente vulnerables a ser contaminados por ideas extremistas". Ante eso, Lalumière propone involucrarles en acciones positivas. Ante 1995, declarado Año Internacional para la Tolerancia, el Consejo de Europa ultima una campana contra la xenofobia.

Su programa antidiscriminación también incluye el sexismo: "Conseguir la igualdad de mujeres y hombres es una actividad importante del Consejo de Europa. Siempre la he impulsado", afirma Lalumière, que también hizo campana entre los mil funcionarios a su cargo. "Vi que una organización que aboga de puertas afuera por la no discriminación no la aplicaba de puertas adentro".

El progresismo de esta mujer también ha hecho mella en otros asuntos: "Hemos admitido que, en la época actual, la noción de familia puede tomar gran variedad de formas. En Europa la familia no es sólo un hombre y una mujer casados. Puede haber familias monoparentales, constituidas por individuos que no están legalmente casados. Por otro lado, en Europa nos enfrentamos a un grave problema demográfico. ¿Por que las parejas sólo quieren tener un hijo o ninguno? No parece que sea un problema ex clusivamente económico, sino más bien una decisión personal".

Antes de llegar a la secretaría del Consejo de Europa, en 1989, esta socialista francesa ocupó diversos cargos políticos, entre ellos el de ministra de Consumo. Su permanencia en la brecha depende de las euroelecciones. El Gobierno francés la apoya para el nuevo mandato, y, si la campaña Más mujeres al Parlamento Europeo influye en su continuidad, "estaría encantada".

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.
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