La Guardía Civil busca el 'zulo' de Feliu en un radio de 25 kilómetros de Manlleu

La Guardia Civil busca el zulo en el que permaneció Maria Àngels Feliu, la farmacéutica de Olot liberada el domingo, en un radio de 25 kilómetros, de Manlleu (Barcelona), a unos 50 kilómetros de Olot (Gerona) y comunicada con esta ciudad por carreteras secundarias especialmente tortuosas. Agentes de la Policía Judicial se desplazaron ayer a Málaga al cobrar fuerza la pista andaluza, basada en que los secuestradores tendrían relación con negocios conflictivos que un hermano de Feliu tuvo en Estepona.

La acción de búsqueda de la Guardia Civil se centra especialmente en la inspección de casas y masías aisladas en una zona en la que este tipo de construcciones son muy abundantes y forman parte del paisaje rural catalán.Maria Àngels Feliu, en uno de los pocos episodios de sus declaraciones ante el juez que ha trascendido, señaló que vio nieve en el lugar de su reclusión. Este simple dato cuadraría con la posibilidad de que el lugar en el que los secuestradores encerraron durante 16 meses a la farmacéutica estuviera en las cercanías de Manlleu, una población de 16.000 habitantes situada en una zona en la que son bastante frecuentes las nevadas, fenómeno muy abundante en los dos inviernos pasados.

Los agentes del Servicio Central de la Policía Judial de Madrid, por su parte, recaban datos en Estepona sobre una operación inmobiliaria que Tomás Feliu, hermano de Maria Àngels, llevó a cabo con una empresa constructora de Málaga. El negocio consistía en la compra por parte de Tomás Feliu de unos terrenos valorados en 500 millones. Esta suma coincide con una de las cantidades que los secuestradores pidieron a la familia Feliu para liberar a la farmacéutica.

Velocidad reducida

Manlleu, por otra parte, se encuentra situada a unos 35 kilómetros del punto en el que, el pasado domingo, la farmacéutica encontró la primera ayuda tras ser liberada. Desde 61 momento que salió del zulo hasta que llegó a las cercanías de la gasolinera, Feliu ha manifestado que pasó un corto espacio de tiempo, como una media hora, que no fue drogada y que el coche iba a velocidad reducida, posiblemente por carreteras secundarias.Maria Àngels Feliu aseguró a los investigadores policiales que, cuando fue liberada, sus secuestradores le indicaron que esperara media hora antes de buscar ayuda. Transcurrido este tiempo -la farmacéutica siempre tuvo en su poder su reloj- Feliu empezó a andar por una carretera desconocida para ella hasta que halló la gasolinera, su empleado y la patrulla de Tráfico de la Guardia Civil, que la trasladó a un hospital y finalmente a su casa de Olot.

Respecto a la diligencias judiciales, Santiago Pinsach, el juez encargado del caso, estuvo reunido ayer durante toda la mañana en el juzgado de Olot con el fiscal jefe de Gerona, Carlos Ganzermüller. Se desconoce qué decisión tomará el juez en relación con los dos encarcelados como presuntos autores del secuestro, Xavier Bassa y Joan Casals, que permanecen en las prisiones de Figueres y Gerona, respectivamente.

El procesamiento de ambos se basaba en la declaración del delator Francisco Evangelista, quien había afirmado que la farmacéutica estaba muerta y enterrada.

La abogada defensora de Xavier Bassa, Rafael Ortiz, señaló ayer que había encontrado a su cliente "muy hundido". Tras la liberación de Maria Àngels Feliu, los dos procesados creían que serían puestos en libertad inmediatamente por el juez.