Psicoanálisis

En relación al artículo publicado en EL PAÍS el lunes 14 de marzo en el que los psiquiatras advierten sobre la excesiva medicación en los trastornos mentales. Faltan recursos materiales y humanos para hacerle frente a esa realidad que denuncian los psiquiatras ante la presión de la demanda de atención en salud mental, y no lo discuto, pero, como soy psicoanalista y el psicoanálisis ha quedado excluido de la atención en la Seguridad Social, me permito leer el problema que plantean desde otro punto de vista.El paciente siempre ha presionado, presiona y presionará para que se resuelva su problema rápidamente. Y no importa que sean muchos o de a uno, el pedido del paciente siempre es el mismo: quiero curarme cuanto antes. Pero no estoy de acuerdo en que sea el paciente quien tenga tan claro que la rapidez de su curación esté relacionada con la medicación. El paciente pide ayuda, y confía en la palabra del profesional, por tanto, depende de la indicación que haga el médico, y el médico puede indicar medicamentos y / o terapia psicológica. Y aquí queda planteado parte del problema: cómo el médico se da cuenta de la necesidad o la conveniencia de que el paciente sea atendido psicológicamente, ¿aceptan esta realidad muchos médicos?

Pero quiero centrarme en el paciente ante el que no hay duda necesita tratamiento psicológico, y presiona con la rápida solución de su problema. Para el psicoanálisis, el tiempo es una de las variantes fundamentales a manejar en el propio tratamiento del paciente, es decir, no depende de un diagnóstico previo, no depende del profesional, depende del compromiso que el propio paciente está dispuesto a ir asumiendo en el mismo proceso de curación. Hay pacientes que atendemos meses y hay pacientes que atendemos años, y en todos los casos en la primera consulta el paciente pidió lo mismo: curarse cuanto antes. Por tanto, no pongamos en boca del paciente lo que, por lo menos para el psicoanálisis, es una cuestión del manejo técnico del profesional.-