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KohI pide a España que ceda para ampliar la UE y le recuerda el apoyo que le prestó para su ingreso

Lluís Bassets

Todo eran lamentos ayer en Bruselas, después del fracaso del Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) que debía aprobar el martes el sistema de votación tras la adhesión de Austria, Finlandia, Suecia y oruega. El canciller alemán, Helmut Kohl, en unas declaraciones realizadas en Bonn, apeló a la voluntad política de todas las partes y recordó que su país apadrinó también a España y Portugal en 1985 frente a la oposición de otros países.

"Del lado alemán queremos hacer todo lo que está en nuestra mano para asegurarnos que finalmente se alcanzará una solución aceptable", aseguró el canciller. "Esto significa que todas las partes deben hacer lo necesario para alcanzar el acuerdo este fin de semana", indicó Kohl, quien vinculó dramáticamente la ampliación al mantenimiento "de la paz y la seguridad en nuestro continente". Kohl añadió, como si diera por perdida la partida, que Ia presidencia alemana de la Unión en la segunda mitad del año hará todo lo que sea necesario para conseguir este objetivo".Los técnicos que siguieron negociando sobre la minoría de bloqueo al terminar la reunión de los ministros en Bruselas no avanzaron ni un milímetro, de forma que ayer el mayor pesimismo se había instalado entre los principales negociadores. Nadie consideraba posible que este fin de semana, en la nueva reunión de los ministros de Exteriores, se pueda alcanzar el compromiso entre los 10 países partidarios de una minoría de bloqueo de 27 votos sobre 90 y España y el Reino Unido, los dos países que desean mantener los actuales 23 votos.

El comisario responsable de la ampliación, Hans van den Broek, aseguró ayer ante los europarlamentarios que "el momento todavía es favorable, aunque las posibilidades de culminar las negociaciones se reducen día a día". "La Comisión sigue confiando en que se respete la fecha del 1 de enero de 1995", añadió.

Muchos son los que ya se están haciendo a la idea de un aplazamiento de la adhesión principalmente después del debate de ayer en el Parlamento Europeo, en el que los portavoces de todos los grupos mayoritarios (socialistas, populares y liberales) aseguraron que rechazaban cualquier fórmula de compromiso entre los 27 y los votos. Los únicos euroditapudos que apoyaron las posiciones británica y española fueron los conservadores del Reino Unido y todos los representantes de España.

Duros reproches

Todos los grupos expresaron también durísimos reproches al Consejo de Ministros y a la Comisión por no haber seguido la recomendación parlamentaria de realizar primero la reforma institucional y la profundización de las instituciones y acometer luego la ampliación. El tema del día fue el de yo ya lo había dicho. Varios eurodiputados amenazaron con rechazar los tratados de adhesión sea cual sea la solución final. "Siento decir hoy que la evolución de la Unión muestra que yo tenía razón en tener reservas [sobre ampliación]", indicó también presidente en ejercicio del consejo y ministro griego de Asuntos Europeos, Teodoros Pangalos.

"Los que entonces daban prioridad a la ampliación sobre la cohesión impiden hoy en día la terminación de la ampliación", añadió Pangalos, en referencia al Reino Unido, y precisé en su comparecencia ante la Comisión de Exteriores que, si bien los dos socios (España y el Reino Unido) defienden formalmente idénticas posiciones, es "más pesimista" respecto a la dureza de Londres.

El callejón sin salida al que a llegado la negociación está creando un enorme desaliento n los cuatro países candidatos. Por su parte, el ministro español de Exteriores, Javier Solana, vaticinó ayer que en las próximas horas quedará elaborada una propuesta de compromiso de la actual presidencia griega y manifestó su confianza en que se alcance un acuerdo sobre la ampliación de la UE este fin de semana, informa Ignacio Cembrero.

La delegación negociadora española espera que la proposición griega consista en diferir indefinidamente la adopción de una decisión por el Consejo de Ministros de la futura UE mientras se opongan a ella tres países que dispongan al menos de 23 votos.

El ministro español quitó hierro a las amenazas que el presidente de la Comisión Europea, el francés Jacques Delors, formuló el martes por la tarde contra España. Delors estableció un vínculo entre la ampliación y la política de cohesión y de ayudas estructurales prevista hasta el año 2.000 y de la que España es uno de los principales beneficiarios.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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