Los adjuntos de Berlusconi atribuyen a "la política" las acusaciones mafiosas
"Si [Silvio] Berlusconi no se hubiera lanzado a la política, no me habría pasado nada. Ya nos habían advertido: el que toca esos hilos muere", ha declaado Marcello dell'Utri, el consejero delegado de Publitalia acusado de tener, conexiones mafiosas por varios arrepentidos. "Todo surge de la iniciativa política de Berlusconi, pero yo, como presidente le Fininvest, no puedo tolerarlo", añade Fedele Confalonieri, que dirige el grupo de Berlusconi desde que éste se presentó como candidato a las próximas elecciones.
El propio Berlusconi afirmó el pasado domingo que "se utilizan todas las armas posibles e imaginables para cambiar el desarrollo normal de la campaña electoral". Y añadió, enigmático: "Observo una duda, un riesgo no improbable de que se quieran determinar soluciones distintas de las democráticas, que conducirían a que este país perdiera la libertad".La magistratura de Palermo desmintió ayer, como la de Caltanissetta el pasado sábado, que los nombres de Berlusconi o Dell'Utri figuren en sus registros de investigados, lo cual no excluye totalmente que en esas mismas audiencias se estén investigando los hechos supuestamente revelados por varios arrepentidos, y en especial por Salvatore Cangemi, que implican a las empresas de Silvio Berlusconi con responsables de la mafia.
Los dirigentes de Fininvest lo desmienten totalmente. "Nuestro grupo no ha trabajado jamás en Palermo, y hace dos años que Fininvest no se ocupa de construcción. Por lo que se refiere al pasado, nuestra actividad se desarrolló únicamente en la provincia de Milán y en Cerdeña", afirmó Confalonieri, respondiendo a la acusación de que Dell'Utri habría hecho pactos con la mafia para que las constructoras de Berlusconi entraran en el reparto de las obras de restructuración del centro histórico de Palermo. Berlusconi cedió en 1992 sus empresas de construcción a su hermano Paolo.
"Orlando [Leoluca, alcalde de Palermo y líder de la Rete] sostiene que la Standa [supermercados de Berlusconi] es de Nito Santapaola [el jefe de la mafia catanesa]. Pero hemos sufrido atentados que provocaron daños por valor de 20.000 millones de liras [unos 160 millones de pesetas]. Presentamos denuncias e hicimos detener a varios malhechores, a cuyos procesos asistimos como parte civil", prosiguió Confalonieri.
Más incómoda es la posición de Dell'Utri que, además de ser acusado personalmente, se ve en la necesidad de explicar a la prensa hechos antiguos que le conectan con medios mafiosos. Como las circunstancias por las que introdujo en el entorno de Berlusconi al mafioso Vittorio Mangano. "Lo conocí en Palermo en los años sesenta. Yo era entrenador de un equipo de fútbol juvenil, y él era una especie de hincha. Comerciaba con caballos", ha narrado Dell'Utri a Il Corriere della Sera.
Compañero de universidad
"Me acordé de él en 1975. Estaba ya en Milán como ayudante de Berlusconi, ex compañero mío de universidad", prosigue el relato de Dell'Utri. "Me encargó que buscara un experto en explotaciones agrícolas, y llamé a Mangano. Estuvo en Arcore [la residencia de Berlusconi] dos años y se comportó muy bien. Negociaba con los campesinos y se ocupaba de los caballos. Pero la noche de San Ambrosio de 1975, el príncipe Santagata fue secuestrado cerca de Arcore tras haber cenado con nosotros".
"Había una niebla terrible", prosigue, "el coche de los secuestradores chocó y el príncipe logró escapar. Las investigaciones suscitaron sospechas sobre Mangano, y la policía descubrió que su pasado no era inmaculado. Fue alejado del grupo, y terminó en la cárcel".
"Años después me telefoneó", prosigue Dell'Utri, "porque quería vender un caballo a Berlusconi. Le respondí en siciliano: 'Berlusconi no es un santo que suda', para decirle que era inútil que insistiera. Poco después llegó la policía. Hacían pesquisas, interceptaban los teléfonos y pensaban que hablábamos de drogas en clave".
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