Aznar quiere evitar alusiones a Ceuta y Melilla en su visita a Marruecos
José María Aznar y una nutrida delegación del Partido Popular inician hoy una visita institucional de tres días a Marruecos, invitados por el Parlamento de Rabat. En el programa está prevista una recepción del rey Hassan II mañana a mediodía. Aznar y los dirigentes de su partido están decididos a eludir todos los asuntos conflictivos, como la reivindicación marroquí sobre Ceuta y Melilla o la situación de los derechos humanos en el país magrebí. Catorce empresarios acompañan al líder del PP.
La invitación formal ha partido del presidente del Parlamento, Mohamed Jalal Essaid. Aznar y las autoridades marroquíes, no obstante, han descartado una reunión del presidente del PP con los portavoces de los grupos parlamentarios, en la que resultaría imposible eludir la reivindicación de las dos plazas norteafricanas por parte de los partidos marroquíes y la consiguiente respuesta del político español. Aznar, en cambio, ha anunciado que está dispuesto a entrevistarse con cualquier partido de forma bilateral.El PP y su presidente pretenden que la visita oficial ponga fin a un periodo de relaciones muy tensas entre el reino de Marruecos y el principal partido de la oposición en España. La tirantez llegó al extremo en torno a la ratificación parlamentaria del tratado de amistad y cooperación, el año pasado, cuando Javier Rupérez exigió al Gobierno español una acción decidida en favor de los derechos humanos en el país magrebí.
El PP niega que aquel incidente provocara la retirada a Aznar de una invitación oficial para visitar Rabat y asegura que no existía tal invitación, pero admite que se produjeron "sucesivos malentendidos" que ahora pueden ser solucionados".
Oportunidad
La oportunidad de la visita ha sido avalada por Asuntos Exteriores, pese a la reciente alusión de Hassan II a la cuestión de Ceuta y Melilla, que la dirección del PP interpreta como una presión a España para que apoye una solución satisfactoria en el Sáhara. Otro asunto trascendente para España es la renegociación inminente del tratado pesquero entre Marruecos y la Unión Europea. Seiscientos barcos españoles faenan habitualmente en los caladeros del país vecino.
Para preparar su viaje Aznar se reunió la semana pasada con el titular de Exteriores, Javier Solana, según informa Ignacio Cembrero. Tras esta entrevista el ministro pidió a la Dirección General de África de su departamento que hiciese llegar al presidente del PP documentos y notas informativas sobres las relaciones hispanomarroquíes. Exteriores considera útil la visita por dos motivos. En primer lugar puede dar a los interlocutores de Aznar la sensación de que Gobierno y oposición están en España unidos ante los grandes retos de política exterior y puede además contribuir a suavizar el apoyo de los populares a los estatutos de autonomía de Ceuta y Melilla.
Una comitiva
Nueve empresarios y cinco dirigentes de la CEOE acompañan a José María Aznar en la visita a Marruecos, un país con el que España mantiene estrechas relaciones económicas. La península no sólo es el puente principal para las exportaciones marroquíes hacia el resto de Europa. España es el segundo socio comercial del reino alauita y el capital español participa en al menos medio millar de empresas marroquíes.Aznar participa hoy por la mañana, recién aterrizado en Marruecos, en un seminario organizado por el Comité Mixto Hispano Marroquí en Casablanca. Allí estarán, entre otros, Fernando Ballvé, vicepresidente de Campofrío, y Carlos Moreno, adjunto a la presidencia de Abengoa, junto a representantes de la firma de electrodomésticos Taurus o el grupo de comunicación Zeta.
Otro sector representado en la visita del líder del Partido Popular es el de las finanzas. Mercapital, la agencia de valores Fincorp y la Corporación Financiera Caja Madrid desplazan representantes, junto a varios expertos internacionales de la patronal, encabezados por el vicepresidente de la CEOE, Fernando Fernández Tapias.
La invitación a los empresarios fue cursada por la parte marroquí del comité mixto aprovechando la visita del presidente del PP. La relativa amplitud de la comitiva provocó ayer una sorpresa de última hora, al advertir la compañía aérea Iberia que había vendido más pasajes en el vuelo a Casablanca de los disponibles y que no podía garantizar el vuelo de todos los inscritos.
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