Los jefes del urbanismo local y regional discuten de nuevo el Plan 70.000 del PP

Los jefes del urbanismo madrileño, el consejero socialista José María Rodríguez Colorado y el concejal popular José Ignacio Echeverría, discuten hoy por enésima vez el futuro urbanístico de la capital. La Comunidad, gobernada por el PSOE, ha decidido tachar los seis nuevos barrios que el Gobierno municipal del PP ha pintado en las afueras de Madrid para construir 69.450 viviendas.Echeverría, que ha mantenido múltiples comidas de trabajo -"todas las he pagado yo", afirma- con su homólogo en la Comunidad de Madrid, desconfía de este último encuentro a la desesperada. El alcalde, José María Alvarez del Manzano, rogó el viernes a Echeverría que fuera flexible para conseguir un acuerdo, pero el edil de Urbanismo cree, que los dirigentes socialistas ya han decidido rechazar los crecimientos propuestos del PP y no van a cambiar de idea.

"'Si quieren, estamos dispuestos a compartir la gestión de los nuevos desarrollos residenciales", comenta Echeverría.

Los gestores del Partido Popular hace tiempo que arrancaron las máquinas para allanar el camino de los nuevos barrios. Algunas cooperativas venden viviendas en zonas donde la Comunidad de Madrid sólo acepta que se planten patatas o tubérculos similares.

Pisos en el gas de Manoteras

Y las empresas que usualmente reciben los encargos del Ayuntamiento para urbanizar nuevas calles confirman que han comenzado las conversaciones con los responsables municipales para llenar de asfalto y farolas algunos de esos nuevos barrios de Madrid, a pesar de que saben que todavía son sólo líneas en un papel.

En el barrio de Hortaleza, el Ayuntamiento de Madrid ha firmado un convenio con Gas Natural para que esta empresa pueda edificar 1.000 viviendas en unas parcelas donde, según la Comunidad, no se pueden hacer pisos. "Nosotros vamos a seguir con esos convenios adelante. Y si la Comunidad de Madrid nos niega el permiso, pues pensamos recurrir. El Ayuntamiento recurrirá si nos rechazan la propuesta de los nuevos crecimientos", asevera Echeverría.

La comisión regional de Urbanismo, donde están representados los municipios, los ecologistas y los vecinos, además de la propia Comunidad, certificará en su reunión de mañana la defunción, antes de nacer, de los seis nuevos barrios del PP.

Vecinos en contra

La decisión del Ejecutivo que preside Joaquín Leguina ha movilizado a diversos sectores sociales. Por un lado, la patronal arremete contra la Comunidad por paralizar la construcción de esas 70.000 viviendas en Madrid. De otro, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos entiende que no son necesarios los nuevos barrios y critica que la mayoría de los pisos del proyecto municipal sean para familias con ingresos altos. Según la organización vecinal, en Madrid existe suelo para 90.000 viviendas sin tener que acudir a la recalificación de fincas rústicas.

La oposición municipal tampoco ve con buenos ojos estas seis operaciones de ampliación de la ciudad. Tanto Izquierda Unida como el grupo municipal socialista creen que no es necesario cambiar el uso del suelo rústico para plantar vigas en vez de trigo. El concejal socialista José María de la Riva argumenta su negativa con el siguiente aserto: "El PP ha recalificado en tres años suelo suficiente para levantar 25.000 viviendas. La mayoría no se han construido aún".