La M-40 se topa con la granja de Trinidad y la casa del Chino

La M-40 norte choca con modestos propietarios que venden cara su rendición.

Trinidad García, de 63 años, todavía tiene esperanzas de que la M-40 no la jubile como ganadera antes de tiempo. "Como de aquí a mayo no me hayan dado algo, os meto los gorrinos otra vez", espeta amenazante a sus ocas y gallinas, las últimas inquilinas de su granja, de la que salieron los cerdos en Navidad. Ella es uno de los expropiados del tramo norte de la M-40 en Hortaleza con quienes el Ayuntamiento negocia desde hace meses.El enlace desde la actual zona norte de la circunvalación con la Nacional I y la autovía de Colmenar se ha topado también con otros modestos obstáculos: entre ellos un cámping y la casa del Chino (como la llaman los vecinos). La autopista encontró hace tiempo unos opositores de lujo en su tramo paralelo al monte del Pardo, y las Administraciones tienen programados entre 1.850 y 3.250 millones para expropiar esos chalés. En este otro lado, las cantidades no resultarán tan altas, pero los dueños de los terrenos también están defendiendo sus derechos con ahínco, hasta el punto de que las máquinas han debido pararse al llegar a sus predios. El enlace de la Vía Borde de Hortaleza (lo que se conoce ahora como M-40 norte) con la N-I y la carretera de Colmenar (vía que sí será realmente la M-40 norte) debe estar terminado en diciembre.

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Las uñas en la tierra

Éstos son los otros expropiados de la M-40, menos conocidos que sus convecinos de la urbanización Monreal, junto a las tapias del monte de El Pardo. Para arañar allí algunos metros de seis lujosos chalés, las administraciones han previsto un gasto de entre 1.850 y 3.250 millones de pesetas.Pero de los tiralíneas de los ingenieros ha nacido una solución que permitirá abaratar los costes de las expropiaciones y de la construcción de este tramo (que se finalizará en 1995). La autovía será allí una suerte de litera (uno de los sentidos de la cirpasa sobre el otro). Este tramo se concluirá a finales de 1995.

El que discurre entre la vía Borde y la autovía de Colmenar, se finalizará en diciembre de 1994, siempre que los terrenos estén disponibles en junio. Para finales de año habrá al norte de Hortaleza una carretera más y algunos vecinos menos. "Vendemos las gallinas, cogemos la perra, y... al piso", sentencia Trinidad.

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