Industrias ruidosas
No poder dormir es un suplicio desesperante, una tortura. Por eso no entendemos cómo el Ayuntamiento y las autoridades correspondientes autorizan y consienten, en casas de vecinos y en zonas residenciales, la instalación y actividad de industrias tan molestas como las fábricas de pan, cuya actividad, y por lo tanto ruidos, vibraciones, olores y otros prejuicios se originan precisamente de noche, cuando, en cambio, el descanso debería estar protegido como un derecho elemental y vital, al menos en una sociedad civilizada.En la avenida de Alfonso XIII, número 15 1, sufrimos la intensa actividad nocturna de una productiva industria de panadería-pastelería con obrador que nos impide dormir y que, además, funciona todas las noches del año, incluidos los domingos y días festivos. ¿No sería lógico, y también más humano, trasladar y restringir estos establecimientos de fabricación industrial nocturna a zonas industriales? Miles de perjudicados lo agradecerían.-
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