Calles devoradas
Estimado amigo: como un monstruoso Saturno de asfalto, Madrid se come a algunos de sus hijos.Se engulló, por ejemplo, la calle de Floridablanca para que los señores diputados pudieran pasar con comodidad de un edificio a otro del Congreso de los Diputados. Entre el antiguo edificio de los sindicatos en el paseo del Prado y el antiguo edificio del diario Pueblo se tragaron la calle del Maestro Tellería, hoy convertida en confortable aparcamiento del Consejo Económico y Social y de la sede madrileña de Comisiones Obreras. La comisaría de Retiro se ha zampado el trozo de la calle de las Huertas que va de Jesús de Medinaceli al paseo del Prado, también para que sus funcionarios aparquen sin problemas. ¿Tiene algo que decir el Ayuntamiento? ¿Están legalmente cedidas esas calles para uso particular de sus beneficiarios?-
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