Los sindicatos rechazan el plan de Suzuki, que prevé despedir a 1.614 trabajadores de Santana

Suzuki se queda, pero la plantilla de Santana se va. La dirección de la multinacional japonesa comunicó ayer de forma oficial que su permanencia en Linares pasa por el despido de 1.614 trabajadores de los 2.794 que tiene en sus cuatro centros en territorio español, es decir, el 58% de la plantilla. Los sindicatos respondieron a "este plan de ajuste de caballo" con el anuncio de nuevas movilizaciones y acusaron a la dirección de la empresa, a Industria y a la Junta de Andalucía de plegarse a las exigencias japonesas. El presidente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves, calificó de "impresentable" el ajuste de plantilla.

Hasta ahora Suzuki no había descendido al terreno de las cifras concretas en lo que definía como "necesarios ajustes de plantilla". Se manejaba de forma oficiosa la cifra de recorte en torno al 60% de la plantilla de Linares y no habían aludido a sus centros de Manzanares (Ciudad Real), la Carolina (Jaén) y Madrid.Suzuki decía el pasado 23 de febrero que la viabilidad de la empresa pasaba por la aportación de 38.000 millones de pesetas por parte de un socio financiero y además la reducción de un 60% de la plantilla. La situación, tres semanas después, ha variado en una parte. Los japoneses dicen que permanecen temporalmente como socio mayoritario, pero no han cedido en el segundo punto: el recorte de la plantilla en la proporción anunciada.

Los miembros del comité de Santana, junto con miembros de las ejecutivas del metal de CC OO y UGT, mantuvieron una reunión de tres horas con la dirección de Santana en un hotel madrileño. Al final, los sindicatos resumían así la reunión: "El panorama es aún peor de lo que sospechábamos. Para que la empresa siga en España es preciso reducir la plantilla en 1.614 trabajadores de los 2.794 actuales. En Linares se pasaría de 2.437 a 941 (un recorte del 61% de la plantilla) en Manzanares, desde 284 a 189, en La Carolina, de 46 a 34 y en Madrid, de 25 a 16. Son lentejas [si las quieres las comes, y si no, las dejas], han dicho".

Este plan de ajuste lleva adherido un aumento de la productividad del 40%, no incrementar los salarios en 1994 y 1995 y la renegociación de otras condiciones laborales. Se producirán este año 25.000 coches en lugar de los 50.000 que establecía el laudo de la Junta dictado hace un año. Además, con este ajuste "solamente se garantiza la permanencia temporal en España como socio mayoritario de Santana", recalcaron los sindicatos. Suzuki seguirá buscando un socio que entre en el capital.

Con un trasfondo de protesta de los 100 trabajadores desplazados desde Linares a la puerta del hotel madrileño, los sindicatos anunciaron "medidas contundentes ante lo que supone un ajuste laboral cocinado entre Suzuki, Industria y la Junta de Andalucía a espaldas de los sindicatos. Nosotros no vamos a actuar de bomberos para transmitir a los trabajadores esta dosis de caballo que nos quieren meter. Estamos dispuestos a negociar, pero desde la racionalidad". Según el comité de empresa de Santana, los directivos de Suzuki no mencionaron ningún acuerdo ni ningún compromiso con Industria y se limitaron a decir que "no podían facilitar más información sobre las conversaciones que se mantienen con Industria".

Los responsables de automoción de CC OO y UGT, Ramón Górriz y José Ignacio San Miguel, se mostraron decepcionados con el plan "que sólo habla de recortes de plantilla, sin ninguna propuesta industrial. En un año pueden plantear un nuevo ajuste. Es una tomadura de pelo". Por su parte, el presidente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves, calificó de "impresentable" el ajuste de plantilla propuesto por Suzuki. El secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez dijo que este plan supone "el aplazamiento del cierre de las factorías".