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Una mujer roba mediante el 'beso del sueño' al hombre a quien imploró ayuda

El beso dejó al hombre extasiado; cuando despertó, sin embargo, le faltaban 33.000 pesetas de su cartera y varias revistas pornográficas. La víctima, un hombre de 23 años que se corresponde con las iniciales de G. P., asegura que todo sucedió muy rápido. Paseaba por el centro de Madrid cuando, sobre las diez de la mañana del pasado día 8, una despampanante rubia, de ojos azules, se le acercó. "Me puedes invitar a un bocadillo", le imploró sonriendo.

La víctima aceptó enseguida. Entraron en un bar del centro de Madrid y, mientras ella comía, hablararon y hablaron hasta intimar. Al rato, ella le besó. Poco después el hombre comenzó a notar un extraño sueño, soportable.Según ha declarado la víctima a la policía de la comisaría de Fuencarral, sólo recuerda que salieron del bar (él estaba medio dormido, pero animado) y anduvieron por varias calles de la zona centro. Horas después llegaron a una pensión de la calle de la Cruz. El se duchó, se echó sobre la cama y se quedó totalmente dormido.

Despertó hacia las ocho de la mañana del día siguiente, diez horas después. A su lado, en la cama, no había nadie. Además de 33.000 pesetas, la mujer rubia de ojos claros le había quitado también un cinta de música y dos "tebeos picantes", según ha declarado G. P en su testimonio en la comisaría de Fuencarral.

La víctima ha facilitado la siguiente descripción de la chica que le engatusó, le durmió y se llevó sus pertenencias: medía 1,65 metros de altura, de unos 22 años, complexión física delgada, nariz fina y con una pequeña cicatriz en la parte derecha. Sus ojos eran azules; sus labios, finos; vestía cazadora de cuero con cremallera y jersey a rayas blancas y verdes. "Era muy bien parecida", reconoce.

Después del suceso, G. P. acudió al hospital Provincial Gregorio Marañón. Quería saber qué le habían hecho. Los médicos confirmaron que en su organismo había sustancias tóxicas. G. P. está convencido que en uno de los primeros besos que la mujer le dio pudo introducirle alguna sustancia, aunque no descarta que, en un descuido, le echase la droga en una bebida. Casos similares a éste se han producido en Madrid en los últimos meses, según fuentes policiales. De momento, la policía aún no ha podido confirmar si la misma mujer ha robado en anteriores ocasiones mediente el procedimiento del beso del sueño.

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