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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Desmesura

LA DESMESURA ha llegado a cotas preocupantes en nuestro país. La diferencia de seis votos entre dos votaciones consecutivas del Congreso desembocó ayer en un espectáculo bochornoso. El reglamento parlamentario tiene sobrados mecanismos para comprobar si el número de votos coincide con el de diputados presentes sin que degenere en una auténtica revuelta. Esgrimir sospechas de fraude a cada votación que se pierde por estrecho margen no es la manera de prestigiar las instituciones. El presidente en funciones del Congreso hizo su propia aportación con su incapacidad para manejar el conflicto. Tampoco el Gobierno contribuyó a prestigiar el trabajo legislativo: se hallaba ausente.El recuento final, después de dos horas de tumulto, confirmó la presencia de 310 diputados en el Congreso. En las votaciones controvertidas habían votado 308 y 302 diputados. La diferencia pudo deberse a que algunos diputados abandonaran sus escaños tras la votación inicial o, simplemente, a que no hubieran ejercido su derecho de voto. La investigación acordada deberá establecer si se produjeron o no anomalías en el voto. Pero la bronca tabernaria provocada por los populares es una prueba más de la facilidad con que en este país se pierden las formas.

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