EE UU esperará a fin de mes antes de sancionar a Japón por no abrir sus mercados

Washington está dispuesto a esperar, pero no por mucho tiempo. El responsable de Exteriores del Gobierno estadounidense, Warren Christopher, advirtió ayer en Tokio que su país aguardará hasta fin de mes que Japón adopte medidas para liberalizar su mercado. Sólo entonces, y si los japoneses siguen ignorando las advertencias estadounidenses, que buscan reducir su desaforado déficit comercial con Japón, la Administración Clinton tomará medidas de represalia.Para ello, a Washington no le faltarán instrumentos. La semana pasada, Clinton desempolvó una vieja normativa comercial -la Super 301- que le permite elaborar una lista de países que, según su criterio, obstaculizan el libre comercio y sancionarlos a continuación. Japón es el candidato número uno.

Desde entonces, todos los intentos del Gobierno nipón por desactivar la amenaza estadounidense -ruegos, apelaciones a organismos internacionales como el GATT, reuniones- han fracasado. El Gabinete japonés, por ejemplo, se reunió ayer para esbozar una serie de medidas de apertura del mercado del archipiélago que permitan reducir los 60.000 millones de dólares (8,4 billones de pesetas) de superávit que Japón mantiene con EE UU. Sin resultado alguno.

Inmediatamente después de este nuevo fracaso de la coalición gubernamental -son siete los partidos en el Gobierno de Tokio-, el primer ministro, Morihiro Hosokawa, recibió a Christopher. El secretario de Estado estadounidense reiteró que su país espera medidas concretas antes de final de mes. Hosokawa, según la versión ofrecida por un diplomático, replicó: "Los países extranjeros pueden pensar que los cambios en Japón van muy lentos, pero estamos empleando mucha energía en cambiar el actual sistema".

Los estadounidenses, sin embargo, siguen desconfiando. Un diplomático que acompaña a Christopher en este viaje comentó a los periodistas: "Sigo pensando que [los japoneses] no quieren abrir su mercado de forma fundamental".