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Una herida en Toledo, al chocar su coche con un cordón puesto sobre la calzada

MARDONES, La broma que causó en Barcelona la muerte de un motorista al chocar contra un cordón tendido sobre una calle se ha repetido en Toledo, aunque sus consecuencias no han sido tan graves. Purificación Oliva, de 51 años, se repone en la cama de su casa, en Leganés (Madrid), del susto que sufrió el pasado viernes a las diez de la noche cuando regresaba en el coche con su esposo, José Pavón, y su hijo de 17 años, de visitar su parcela en Casarrubios del Monte.

Tras tomar la carretera comarcal hacia El Viso de San Juan, un sonoro impacto estalló en la parte posterior del vehículo, donde viajaba Purificación. Las dos ventanillas posteriores cayeron sobre su cara y junto a los cristales cayeron dos ladrillos atados la cuerda de una raqueta de tenis. Alguien había colocado el cordón atravesando la vía.

José Pavón avisó a la Guardia Civil desde la gasolinera más próxima y Purificación fue trasladada al ambulatorio de urgencias en Illescas, en el que fue atendida de cortes y hematomas.

Los daños materiales se evalúan en 60.000 pesetas. La Guardia Civil ha trasladado el atestado al Gobierno Civil de Toledo, en el que un portavoz ha rehusado dar detalles, informa Isabel Salvador, para evitar que surjan imitadores de esta gámberrada.

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