Nuevas técnicas quirúrgicas facilitan la voz a los operados de cáncer de laringe
En España, 60.000 personas tienen extirpado el órgano fonatorio
Los tumores de laringe ocupan el cuarto lugar entre los que más afectan a los hombres en España. El tabaco y alcohol son la causa de que a alrededor de 60.000 se les haya extirpado la laringe por esta patología. La reeducación para aprender a hablar con el esófago ha relegado los aparatos fonadores eléctricos a casos excepcionales. Las depresiones por las dificultades para expresarse son un problema frecuente. Nuevas técnicas quirúrgicas permiten ahora que el enfermo hable con la faringe en lugar del esófago y conserve una voz más natural.
El cáncer de laringe afecta a una de cada 10.000 personas al año. La incidencia entre las mujeres, sin embargo, es todavia muy baja (apenas un 1%) y casi no ha variado en los últimos 20 años. A pesar de que el 75% de los casos alcanza la curación, se trata no sólo de salvar la vida, sino de evitar la mutilación irreversible de una facultad humana por excelencia: la voz.Los síntomas son muy perceptibles desde el primer momento, sobre todo cuando el tumor afecta a las cuerdas vocales. Una ronquera persistente o un cambio discordante en la voz, dificultades para respirar o tragar alimentos e inflamaciones crónicas son los signos ante los que mantenerse, alerta. Los expertos recomiendan una especial vigilancia a los varones fumadores a partir de los 45 años.
"Hay dos aspectos que cambian radicalmente la vida del enfermo", explica César Gavilán, jefe del servicio de otorrinolaringología del hospital La Paz, de Madrid. "Que pueda conservar el habla natural y que no necesite una cánula traqueal para respirar". Conservar la voz y la respiración naturales es posible sólo en un 35% 0 40% de los casos. Pero, aun cuando se salve, las secuelas son inevitables: la voz queda enronquecida y en algunos casos son frecuentes los problemas para tragar los alimentos.
Con la extirpación de la laringe se cierra la comunicación entre la tráquea (que conduce a los pulmones) y el esófago (por donde circulan los alimentos hacia el estómago). Los operados respiran con ayuda de un orificio abierto en la garganta, denominado traqueostoma. El enfermo aprende a hablar con su esófago, tragando aire y expulsándolo.
La cirugía total ha incorporado prótesis para mantener la comunicación entre la tráquea y la faringe, lo que permite conservar una voz más natural, utilizando el aire de sus pulmones y los músculos faríngeos. "El problema es que hay que cambiarlas periódicamente porque se ensucian y requieren una atención constante", explica Gavilán.
La técnica más reciente es crear un túnel mucoso sin prótesis, aunque sigue siendo necesario el traqueostoma. "Se puede hacer en el 80% de los casos, salvo en enfermos mayores, con bronquitis crónicas graves, porque hablar con la faringe requiere un mayor esfuerzo respiratorio", añade. La Paz ha realizado 50 intervenciones de este tipo en los últimos dos años. Hoy por hoy, no existe posibilidad de trasplante o reconstrucción.
La pérdida de olfato y la falta de fuerza son otras de las alteraciones. Sólo un 16% se reincorpora al trabajo. "Es fundamental el apoyo psicológico en el primer año, porque son frecuentes las depresiones, los problemas sexuales y alimenticios por la alteración del esquema corporal", explica Carlos Isasa, otorrinolaringólogo del hospital Ramón y Cajal, él mismo operado hace un año.
Asociaciones de afectados han constituido grupos de apoyo en toda España para rehabilitar a los enfermos. "La voz no es sólo sonido, es también expresión de los sentimientos, y eso aísla al enfermo hasta que se acostumbra a su nuevo habla", explica David Gioya, presidente de la Asociación Tiñerfeña de Lanrigectomizados -teléfono (922) 22 02 81-, con unos 400 asociados, laringectomizado hace cuatro años. Esta asociación celebrará en septiembre un congreso europeo con especialistas y afectados de todo el mundo.
"El aprendizaje de la voz esofágica requiere entre 20 y 30 horas", explica Teófanes Montenegro, presidente dé la Asociación de Laringectomizados de Madrid -teléfono (91) 409 09 03-, que atiende a unas 80 personas diariamente, operado hace varios años. "Aunque el 80% de los enfermos saca la voz en las primeras sesiones, un problema a veces es el nivel cultural, que puede complicar el aprendizaje".
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