Tarifas aéreas

Un repaso de la prensa española en estos últimos días ha podido inducir a los lectores la idea de que la compañía Ibería se aprovechó de su condición de monopolio para fijar precios abusivos en su servicio de puente aéreo Madrid-Barcelona. Con la entrada de competencia en esta línea, Iberia ha rebajado también sus tarifas a menos de 9.000 pesetas a ciertas horas. Esperamos que los ahorros que esta medida generará en muchas empresas repercutan también en una bajada de precios en sus productos.

¿Es excesivamente caro hoy en España pagar 14.950 pesetas por volar en Iberia este trayecto?

Nuestro hombre es ejecutivo de una multinacional (extranjera, por supuesto). Vive en una urbanización por el kilómetro 18 de la carretera de La Coruña. Esta noche ha sido requerido telefónicamente para una reunión urgente mañana en Barcelona a las diez.

Su coche está en el taller; tendrá que llamar a un radio-taxi. A las 6.45, el taxi le recoge en su casa y una hora más tarde (maldito atasco) desciende en Barajas abonando sólo 3.000 pesetas. No le parece caro, pero ha pagado 100 pesetas por cada kilómetro recorrido a una media de 30 kilómetros por hora.

Inmediatamente, en una máquina automática, carga en su tarjeta de empresa 14.950 pesetas y obtiene su billete Madrid-Barcelona y su tarjeta de embarque para el vuelo de las 8.15, amén de una serie de puntos que le permitirán hacer un vuelo gratis por cada ocho realizados.

Apenas pasado el control de seguridad no tiene tiempo más que de coger unos periódicos puestos a su disposición antes de embarcar en el Boeing 727, el trimotor habitual en este servicio.

En la cabina de mando, tres técnicos altamente cualificados (comandante, copiloto y oficial de vuelo) realizan las últimas comprobaciones prevuelo. Entre los tres, pese a que su edad media es de 38 años, acumulan una experiencia de 30.000 horas (el comandante de Iberia que menos horas de vuelo tiene redondea las 10.000). Los tripulantes de cabina de pasajeros son profesionales con algunos años de experiencia y con contratos fijos en la compañía, que, por cierto, está a punto de cumplir 67 años desde su creación, y que no sólo sirve estas líneas tan rentables, sino también aquellas otras no rentables pero impuestas por motivos sociales o políticos, dado el carácter de servicio público que la caracteriza.

Apenas había terminado con el desayuno y repasado un periódico, 50 minutos más tarde (time is money) nuestro hombre descendía en la terminal del aeropuerto de Barcelona.

En menos de una hora había recorrido con la máxima seguridad más de 600 kilómetros y había abonado 25 pesetas por cada kilómetro recorrido a más de 700 kilómetros por hora (incluido desayuno, prensa y alguna sonrisa amable).-